Jonathan Loáisiga se presentó al campamento de entrenamiento del equipo de beisbol más popular del mundo, los Yanquis de Nueva York, con ganas de comerse el mundo. Tiene el talento para hacerlo, con una bola rápida que golpea al guante del receptor a 98 millas por hora, con una brutal combinación de una curva veloz y un avanzado cambio de velocidad. Sin embargo, no se desespera, él sabe que le hace falta experiencia y aprendizaje, así que tiene su plan trazado en el spring training.
“Aquí estoy para captar y aprender todo lo bueno de los mejores lanzadores de los Yanquis”, expresó Loáisiga, el lanzador de las Sierritas de 23 años de edad, que fue agregado al roster de 40 protegidos de los Yanquis, poniéndolo más cerca de las Grandes Ligas.
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Loáisiga está en Tampa, Florida, el hogar de los Yanquis en la primavera, desde un par de semanas antes del inicio del spring training. Llegó temprano invitado a recibir charlas y de paso a entrenar.
Así que para el pasado martes, cuando se abrieron oficialmente las puertas del spring training a los lanzadores y receptores, el nica ya se sentía un poco en confianza.
Buen inicio
“Me fue bien gracias a Dios en mi primer día en el spring. Practiqué normal y pues uno se siente súper bien estar al lado de todas las estrellas del equipo”, apuntó Loáisiga, quien está camino a convertirse en el primer bigleaguer nica de los Yanquis.
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“Es algo súper genial estar aquí, entrenar junto a ellos y ver las cosas que hacen para prepararse”, agregó Loáisiga, quien para muchos entendidos tiene lanzamientos de calidad que ahora mismo le permitirían sacar out en Grandes Ligas.
No obstante, el nica no está obsesionado por subir rápidamente, sino quiere construir una sólida base para que cuando reciba el llamado, sea para quedarse. Y eso significa ganar experiencia y aprender más.