La Unión Nacional del Adulto Mayor (UNAM) demandó al Gobierno descartar una reducción de las pensiones, como lo propuso el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero a la vez los jubilados pidieron se les incremente el monto de las pensiones reducidas conforme el salario del sector industrial.
Las exigencias de la UNAM incluyen, además, que el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) les entregue un paquete de alimentos a aquellos jubilados, que por no haber completado el número de cotizaciones por Ley no reciben pensión.
Cientos de adultos mayores de Chinandega, León, Masaya y otros departamentos marcharon este miércoles desde la Asamblea Nacional hacia la sede del INSS central, donde presentaron sus peticiones.
Victorino Carranza, dirigente de la UNAM en Chinandega, refirió que la pensión reducida no se ha ajustado con respecto al salario mínimo del sector industrial, a pesar de que ese es un mandato de la Ley 720.
“Recuérdese que el salario mínimo industrial anda por los 5,074 córdobas y se maneja que habrá otra reclasificación, porque se está negociando el ajuste a todos los salarios mínimos, pero nuestros derechos como jubilados se nos han ignorado”, afirmó Carranza.
Quieren “bono”
Porfirio García, presidente de la UNAM, propuso que a los adultos mayores que no completaron las 250 semanas de cotizaciones para obtener la pensión reducida el INSS les entregue “un bono económico” para pagar el Seguro Facultativo, a fin de completar las cotizaciones y luego se les pensione.
“Si el Seguro Social considera que luego se les pague esa platita que prestó (para completar las cotizaciones) está bien, pero queremos que los adultos mayores tengan pensión”, afirmó García.
El FMI recomendó al Gobierno cancelar las pensiones reducidas y sustituirlas por una pensión no contributiva para aquellas personas mayores de 65 años que vivan en pobreza.
La manifestación la organiza la Unión Nacional del Adulto Mayor (UNAM) que movilizó a sus agremiados desde Chinandega, León, Masaya, Managua y otros departamentos del país.
Porfirio García, presidente de la UNAM consideró que el FMI “promueve una política desestabilizadora que después ciertos sectores aprovechan para decir que el INSS va a quebrar y nosotros nos quedaremos en ‘el aire'”.
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Por su parte Victorino Carranza, dirigente de la UNAM en Chinandega, afirmó que van a reclamar al INSS que la pensión reducida no se han ajustado con respecto al salario mínimo del sector industrial, a pesar que ese es un mandato de la Ley 720.
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Más reclamos
Pero esta no es la única causa que impulsa a los afiliados de la UNAM. Rafael Corea es un pensionado del municipio de San Rafael del Sur, quien llegó a protestar porque en su municipio los adultos mayores no han recibido láminas de zinc y bonos productivos de cerdos y gallinas, como les han entregado a los líderes de la UNAM.
“Lo que pasa es que desde hace rato a nosotros nos han ofrecido zinc y gallinas y no nos han dado nada. A unos que tal vez son de su agrado sí les dan, pero nosotros tenemos tiempo que no nos dan nada”, dijo Corea, quien se quejó de que los líderes de la UNAM no les representan.
Otros ancianos participaron en la marcha convencidos de que era una actividad recreativa.
“Vengo del Reparto Schick de Managua, venimos porque es el Día de la Amistad y a estar aquí alegres bailando”, dijo Josefa Escobar López, mientras bailaba El Boticario, afuera del edificio del INSS.
Lo que cuestan
Las pensiones reducidas se establecieron por decreto en 2013 y se le entrega a los adultos mayores que cotizaron entre 250 y 749 semanas.
Aunque en 2015 se aprobó una Ley de pensión reducida, los montos a pagarse los sigue estableciendo el Gobierno mediante decreto. Hasta el año pasado el INSS pagó pensiones reducidas a 46,071 adultos mayores, quienes recibieron entre 1,910 y 3,650 córdobas mensuales.