Pese a una orden de libertad de la juez Noveno de Distrito Penal de Audiencia, Indiana Gallardo la cual establece claramente que dos jóvenes detenidos por supuesto robo de un teléfono celular deben ser puestos en libertad, después de 21 días el jefe del Distrito Uno de la Policía, rehúsa acatar la orden.
La acusación de la Fiscalía realizada de forma expedita un día después contra Eddy Dávila Romero y Pedro Pérez Malespín, no prosperó en los tribunales porque la juez Gallardo no encontró pruebas suficientes para la acusación.
Adriana Dávila, prima de uno de los detenidos denunció en la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que la semana pasada una comisión de Asuntos Internos visitó ese distrito y recomendó al jefe policial acatar la orden judicial. Pero según la denunciante la respuesta del funcionario habría sido “que él hacía lo que él quería en su distrito, que nadie lo podía mandar a él”.
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El asesor legal de la CPDH, Pablo Cuevas, criticó que aunque denunciaron el caso ante Asuntos Internos de la Policía esa dirección no resuelve nada. Por tanto, presentaron un recurso de exhibición personal a favor de los dos detenidos y esperan el nombramiento de un juez ejecutor, lo que debería ser de manera expedita.
Cuevas indicó que situaciones como la denunciada por Dávila es una constante en todo el país.
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Color de motocicleta fue el argumento
Adriana Dávila quien denunció el caso en la CPDH, aseguró que la única prueba en contra de los detenidos fue que estos pasaron por el kilómetro 8, Carretera a Masaya, sitio donde ocurrió el robo, minutos después de ocurrido el mismo.
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Y debido a que se movilizaban en una motocicleta del mismo color en que se desplazaban los asaltantes, fue que los detuvo una patrulla a la que acudió la víctima, sin embargo, esta no les vio los rostros a los ladrones porque portaban casco.