El diputado sandinista Mario Valle no explicó por qué la Universidad de Managua (UdeM), que es privada y donde el funcionario es presidente de la junta directiva y su esposa es rectora, recibe 300 mil córdobas de la reforma del Presupuesto General de la República de 2017 para el programa de televisión La Liga del Saber. Valle prefirió amenazar a la periodista de LA PRENSA, Lucía Navas, que da cobertura a las sesiones de la Asamblea Nacional.
Según la información en la página web de la UdeM, el presidente de la junta directiva es Mario Valle Dávila, quien es diputado propietario sandinista, y la rectora es Doris Meza Cornavaca, quien es esposa del legislador.
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La periodista de LA PRENSA le solicitó a Valle en varias ocasiones en el hemiciclo de la Asamblea una explicación sobre la asignación de fondos públicos a la UdeM. Primero el diputado dijo que hablaría al final de la aprobación de la reforma al Presupuesto, pero al terminar la sesión abandonó el hemiciclo. La periodista de LA PRENSA le siguió hasta la plazoleta, entre la sede parlamentaria y el edificio de las bancadas, donde empezó la agresividad del diputado.
Valle se negó a explicar cómo siendo él presidente y su esposa la rectora de la UdeM obtienen fondos del Presupuesto si estaría prohibido por las leyes, ya que él es un funcionario. “Lea la Ley del Presupuesto. Es que no le voy a dar declaraciones, a ustedes no les podemos dar declaraciones”, respondió Valle.
¿Por qué?, se le cuestionó. “Porque ustedes ponen lo que uno no les dice. ¿Y por qué me estás grabando?”, expresó molesto Valle, a lo que se respondió que era una consulta oficial como periodista.
Pidió entonces Valle que se le solicitara una entrevista en la oficina de la Comisión de Educación, de la que es miembro, a lo que la reportera le dijo que fijara la fecha y hora para esa entrevista, pero enseguida Valle se retractó molesto porque se seguía grabando la conversación.
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Se le volvió a cuestionar sobre su condición de funcionario del Estado y el beneficio recibido de fondos públicos a una institución privada dirigida por él y su familiar.
“Si usted dice que es tráfico de influencia es como que yo le dijera ¿usted es agente de la CIA? ¿Cuánto le paga la Embajada?”, expresó Valle. Seguido dijo: “¿Usted está grabando? Primero no me ha pedido permiso para… Está haciendo algo incorrecto. Usted no debería estar haciendo eso, voy a poner una queja contra ustedes. Ojalá lo pongan que yo la capté haciendo un trabajo poco ético que me está grabando en contra (de mi voluntad), si me va a entrevistar me tiene que decir”, expresó Valle. Se le recordó que desde un inicio se le dijo que se buscaba su versión sobre el dinero público a la UdeM.
Además, a Valle se le estaba haciendo la consulta en la Asamblea Nacional y en su calidad de diputado, por lo tanto no podía alegar ninguna actitud impropia de parte de la periodista.
“Si fuera un hombre…”
“Le digo una cosa, no doy la vuelta y la dejo hablando sola porque usted es una dama, por eso. Si fuera un hombre le estaría dando una respuesta distinta y más contundente”, dijo Valle amenazante.
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¿Cómo respondería?, se le preguntó. “Mándeme un periodista varón y va a ver”, amenazó el diputado.
“Le estoy dando la oportunidad de que si me quiere hacer una consulta oficial la pida en la Comisión de Educación, no aquí en la calle, yo no soy trabajador callejero”, siguió agresivo Valle. Se le recordó que estábamos dentro de la Asamblea y que él es un funcionario y se le abordaba periodísticamente.
“Mensaje” a editor de LA PRENSA
Entonces el diputado Valle le envió un mensaje al editor en jefe de LA PRENSA, Eduardo Enríquez. “Ustedes deben detenerse. Le digo una cosa, su jefe, el señor que es vecino mío, que pare las cosas conmigo, dígaselo que yo se lo mando a decir”, expresó Valle y luego dio la vuelta.
La Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior (Ley 89) establece en el artículo 4 que el Estado solo financia del seis por ciento del Presupuesto a la UNAN-León, UNAN-Managua, UNA, UNI, UCA y la Upoli; así como las escuelas de Agricultura y Ganadería de Rivas y de Estelí. También reciben fondos estatales la Uraccan y la BICU del Caribe.
