La nueva terminal de buses de la Cooperativa de Transportistas de Jinotega, Cotrajin, ubicada en el mercado municipal Rigoberto López Pérez ha traído más orden para los usuarios del transporte intramunicipal, aunque hay un sector que no está convencido de este cambio.
Los comerciantes que se dedicaban a la venta de diferentes productos en el interior de los buses han mostrado su descontento, pues se les ha prohibido la entrada a la nueva terminal.
“Por lo que he oído hay gente que sí le hace falta que nos subamos, ya hemos hablado con gente de la Alcaldía y no nos dan respuesta, les hemos planteado incluso que nos den pasada por turnos, pero aquí nos tienen”, comentó la comerciante Jeanethe López, quien explicó que no se deja de vender, aunque menos.
“Para mí está bien que ya no entren porque había mucho desorden, aunque sí me da pesar que sus ventas bajen por eso”, opinó Lidia María Valdivia, usuaria del transporte intramunicipal.
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A pesar de que está funcionando desde julio, esta terminal no ha sido inaugurada y tampoco se conoce el costo de la obra. Ahora los usuarios no tienen que esperar a la intemperie su bus, hay asientos y depósitos para la basura.
“Al otro lado donde estaba no había dónde escampar, aquí está más aseado, allá había también un lodazal, era hediondo y ahí andaban entre los comerciantes y los pasajeros los ladrones, los pobres comerciantes también salían perdiendo por eso”, comentó Jesenia del Carmen López.
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Ana Carolina Palacios dijo que agradecen a la municipalidad mejorar las condiciones en el mercado; sin embargo, resiente que no hay respuestas para los comerciantes ambulantes.
“Nosotros hicimos un plan y una carta hasta con copias de cédulas a los de servicios municipales de la Alcaldía, para que nos dejara entrar, es hasta hoy y nosotros no tenemos respuestas, solo espero que no nos dejen al aire”, dijo Palacios, quien vende pan en la entrada de la terminal.
La terminal fue ubicada entre el galerón de las carnes y el de ropa y talabartería, junto al centro de salud del mercado, por lo que cerraron los alrededores del lugar con verjas y colocaron un techo amplio para resguardar a los usuarios.