Nueva York amaneció este martes sacudiéndose el hielo desatado una fuerte tormenta desde el anochecer del lunes, pero esto no ha detenido a Román “Chocolatito” González.
Desde las ocho de la mañana González estaba en el gimnasio del hotel Stewart. Hizo fintas, lanzó golpes y arremetió contra un rival imaginario, mientras corría durante 40 minutos sobre una caminadora, después de saltar la cuerda, ante la mirada atenta de su entrenador Wilmer Hernández.
Lea también: “Chocolatito” González optimista previo a su combate
“Yo ya estoy listo. Si la pelea fuera hoy, ya le damos”, afirma Román, mientras camina por un pasillo hacia su habitación. “Quiero demostrar que soy el campeón y además el mejor peleador del mundo para los expertos”, señala sin arrogancia, pero con firmeza el diminuto gladiador, que el sábado se medirá al tailandés Srisaket Sor Rungvisai.
Cambio de planes
González debía realizar un entrenamiento público esta tarde frente al Madison Square Garden, pero los organizadores de la velada informaron desde anoche que había sido suspendido por el mal tiempo. Aun así, Román está considerando trabajar este martes en un gimnasio techado que se le ha facilitado desde su arribo a Nueva York el domingo.
“Vamos a ver si el tiempo nos permite salir. Si es así, vamos a ir al gimnasio porque Román quiere estar en actividad. El peso y sobre todo sus condiciones están en óptima forma, así que lo que hace es mantenerse”, señala su apoderado Carlos Blandón, quien se movió esta mañana en busca de frutas y alimentos proteínicos para el campeón.
En el campamento del monarca pinolero de las 115 libras del CMB, se respira mucha confianza en la victoria el sábado, pero ninguno de los integrantes de su equipo luce confiado. Todos se expresan con respeto de Rungvisai, el pugilista que ostentaba la corona que expone Román, quien se la arrebató al mexicano Carlos Cuadras.
Lea también: “Chocolatito” González listo para la pelea de este
sábado
Lea también: ¿“Chocolate” es el tercero?