Después de un poco más de tres meses que el huracán Otto impactará en el suroeste del país con vientos sostenidos de hasta 175 kilómetros por hora, las estimaciones sobre el daño ambiental causado en la Reserva Biológica Indio Maíz es aproximadamente del 60 por ciento, según un estudio presentado por Centro Humboldt y Fundación del Río.
Se definieron siete parcelas de acuerdo a las tres franjas de velocidades de vientos que rodearon la trayectoria del huracán (70 a 80, 80 a 90 y 90 a 100 millas por hora), tomando como referencia información de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés).
Mancarroncito, Pénjamo, La Cucaracha, Spanish Kric, Hallover, Boca de San Carlos y Bartola fueron las parcelas escogidas, donde se hizo la cuantificación de los daños que demostró que bajo la medición de los vientos de 80 a 90 millas por hora, fueron afectadas 351, 146 hectáreas, de estas, 13, 577 correspondían al refugio de vida silvestre Los Guatuzos.
En el caso de la Reserva Biológica Indio Maíz, una de las más golpeadas, bajo la intensidad de los vientos entre 80 a 90 millas por hora afectó 108, 706 hectáreas y bajo la velocidad entre 90 a 100 millas por hora fue de 58, 086; en total, se vieron afectadas 166,792.67 hectáreas correspondiente a la Reserva.
En la zona de La Cucaracha, en Indio Maiz, se contabilizó 905. 14 metros cúbicos de madera afectada, informó Víctor Campos, director del Centro Humboldt. Esta situación genera una preocupación según los ambientalistas porque hay denuncias por parte de los comunitarios que están aprovechando para extraer madera.
Campos expresó que “no vale la pena arriesgar la generación natural (…) creo que debemos estar dolidos por la importante pérdida de masa boscosa en la reserva de biósfera Indio Maíz”, cuya situación se agrava mucho más, ya que solo en el período de 2011 al 2016, la Reserva de Biósfera del Sureste de Nicaragua registró una pérdida de bosque latifoliado cerrado de 163, 598 hectáreas, según el informe Crisis Socio-ambiental de Nicaragua Post Sequía 2016.
Fauna en riesgo
De acuerdo con Amaru Ruiz, presidente de la Fundación del Río, uno de los grandes efectos es la destrucción del hábitat, que incide en especies de mamíferos como los monos que deben trasladarse para buscar su alimento. Otro de los daños es que dichas zonas servían para la reproducción de las especies, lo que incide en aves migratorias y autóctonas.
Ruiz hizo un llamado a que se permita la regeneración del bosque, ya que tiene un valor de conservación y su función como ecosistema es importante para la captación de dióxido de carbono en el país.
Afectación social
De acuerdo al estudio, el impacto de Otto no solo fue evidente en el bosque sino en los cultivos; yuca, frijoles, musáceas, que provee alimento a la población. Según Ruiz, el ecosistema de coco fue afectado, lo que significa que en dos años no se tendría este elemento lo que amenaza la seguridad alimentaria de la población.
En las comunidades rurales del municipio de Bluefields y San Juan de Nicaragua hubo un total de 627 personas afectadas y se registraron daños en la infraestructura rural y urbana, así como afectaciones por la mortandad de peces.
El huracán Otto fue el último que registró el país en el 2016, y a su paso dejó huellas en infraestructura, plantaciones de granos básicos y afectaciones a la pesca. No hubo pérdidas de vidas humanas