Una joven de 15 años, originaria de la comunidad El Sol, del municipio de Santa Teresa, Carazo, dice haberse salvado de Herlio José Jarquín, alias “Furia y Toro”, el fugitivo más buscado por las autoridades policiales en este departamento.
Fue el lunes 30 de enero, como a eso de las 8:30 de la noche que la adolescente entró a su vivienda y mientras se dirigía a la cocina asegura que fue sujetada por el hombre.
“Estábamos toda la familia donde mi abuela, pero me mandaron a traer unas naranjas, cuando abrí la refri, él (Herlio) me jaló de la bufanda, me botó y se me enganchó encima”, narró.
Comentó que en las redes sociales y la televisión ya había visto a Jarquín y que lo reconoció. “Un hombre alto, piel clara, cara redonda, con barba y mal oliente”, así describe a Herlio Jarquín la joven estudiante de secundaria.
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“Él me tocó las piernas, me quería romper la camisa y me olía, andaba una camisa roja y un bolso azul, pero yo grité y escuchó la gente”, dijo.
Don José Chavarría, abuelo de la adolescente, quien vive en otra casa cercana, comentó que “nosotros estábamos viendo televisión, una persona había dicho que el hombre ese había estado aquí como a las 7:00 de la noche, pero después a mi nieta se le metió ir a traer naranjas a la otra casa y cuando ella gritó, nosotros salimos corriendo, hasta descalzo me fui”.
“Toda la comunidad de aquí a la orilla lo seguimos, íbamos acompañados de machete y garrotes, se llamó a la Policía y vino después de una hora con los perros —recordó—, pero no lograron capturarlo”.
Pobladores se mantienen vigilantes
Los pobladores de la comunidad se acuestan normalmente entre las 8:00 y 9:00 de la noche, no tienen miedo que el fugitivo regrese, pero mantienen cerca sus filosos machetes y no permiten que los niños, adolescentes, particularmente las mujeres, permanezcan solas en las viviendas, mucho menos en los caminos.
Herlio José Jarquín fue condenado a 30 años por violación de una menor de 16 años y escapó de las celdas preventivas de la estación policial de Jinotepe, un 25 de octubre de 2014. Desde entonces no ha sido capturado y los pobladores señalan que no ha parado de delinquir.
El mes pasado un ciudadano de Santa Lucía, municipio de Diriamba, fue herido de bala en una de sus piernas y señala también a Jarquín como su agresor.
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