El súbito y abrupto final de la temporada de San Antonio abre el compás para otro receso de verano con una interrogante que ya es habitual. ¿Seguirán Tim Duncan y Manu Ginóbili en el equipo?
“La verdad es que ignoro qué es lo que pretenden hacer”, dijo el entrenador de los Spurs Gregg Popovich ayer, un día después que San Antonio cayera eliminado en Oklahoma City. “Pero cuando decidan qué harán, ya sea ahora o en los próximos cinco años —esa es una broma— será algo distinto presentarse a la arena”.
No hay cosa que más angustie a los Spurs que afrontar la próxima temporada sin Duncan y el argentino Ginóbili, mucho más que haber perdido en seis partidos ante el Thunder en las semifinales de la Conferencia Oeste.
“Ya veremos”, dijo el base francés Tony Parker, el otro integrante del histórico tridente de San Antonio. “Vamos a tener un larguísimo verano”.
Los Spurs no contemplaban un inicio tan prematuro de sus vacaciones.
San Antonio parecía ser una fuerza incontenible tras renovarle el contrato a Kawhi Leonard y adquirir a LaMarcus Aldridge en la agencia libre. Pero luego de ganar por 32 puntos el primer partido de la serie, los Spurs lucieron viejos y débiles ante la potencia del Thunder en la pintura y el dinamismo de sus escoltas.
Pese a todo, los Spurs confían en que dos de los jugadores más simbólicos en la historia de la franquicia no se van a jubilar.
Tanto Duncan, de 40 años, como Ginóbili, de 38, disponen de opciones en los contratos de dos temporadas que firmaron el pasado verano. Pero ninguno dio pistas sobre sus planes.