El abogado constitucionalista Gabriel Álvarez, opinó que el calendario electoral de prueba enviado a los partidos políticos, demuestra el vacío de garantías electorales, lo que le hace creer que el Consejo Supremo Electoral (CSE), dirigido por Roberto Rivas Reyes, prepara otro fraude electoral.
Álvarez señaló que las omisiones de procesos vitales para el proceso electoral, como la observación electoral, la publicación de los resultados junta por junta, la publicación de la normativa electoral, del “manual paso a paso” y las limitaciones de tiempo, “es (son) una clara intención del CSE de vaciar de contenido garantista el proceso electoral”.
Álvarez consideró que el CSE se está “limitando simplemente a marcar los aspectos formales que le señala la Ley (Electoral), esto con el ánimo de perjudicar a la Coalición Nacional por la Democracia (dirigida por el opositor Partido Liberal Independiente) y favorecer al comandante Daniel Ortega y a sus candidatos”.
Para Álvarez, “no hay tal proceso electoral”, sino “el proceso de consumar otro fraude electoral”.
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ORTEGA DESOYÓ DEMANDA DE ELECCIONES LIBRES Y JUSTAS
Por su parte, el analista político Carlos Tünnermann está claro de que el gobierno de Daniel Ortega puso “oídos sordos” a la demanda de los sectores sociales, económicos, políticos y religiosos de garantizar elecciones libres y justas. Tünnermann señaló que incluso los resultados de las encuestas piden observación electoral para garantizar la transparencia del proceso.
El analista político también recordó que los miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua le pidieron a Ortega en la carta que le entregaron personalmente el 21 de mayo de 2014, “que ofreciera su palabra de honor para garantizar en el 2016 un proceso electoral presidencial absolutamente transparente y honesto, con nuevos y honorables miembros al frente del Consejo Supremo Electoral, en el que brille sin ningún tipo de duda la voluntad popular”, pero nada de esto está siendo cumplido.
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LEY ESTABLECE OBSERVACIÓN ELECTORAL
Por otra parte, Tünnermann dijo que los llamados “especialistas electorales” —presentados por Rivas este viernes que hizo la convocatoria electoral—, no pueden ser sustitutos de la observación electoral.
Estos “especialistas electorales” —según Tünnermann— son personas escogidas por el propio CSE sin consultar a los partidos políticos, y considera que no satisfacen el mandato de la Ley Electoral (Ley 331), establecido en el numeral 8 del artículo 10, donde se mandata al CSE “reglamentar la acreditación y participación correspondiente a los observadores del proceso electoral”.
“La Ley Electoral no habla ni de acompañantes electorales ni de especialista electoral”, resaltó Tünnermann.
Aún con estas irregularidades que recién se comienzan a notar en el proceso electoral, Tünnermann recomienda participar en las votaciones, para demostrar la verdadera voluntad de los ciudadanos por más que Ortega y el CSE pretendan manipular los resultados electorales.
Tünnermann forma parte de un Grupo de 27 personalidades nicaragüenses que advirtieron este miércoles al gobierno de Ortega “el riesgo de seguir manipulando los procesos electorales”.
El CSE ha sido denunciado de cometer cuatro fraudes electorales desde 2008 a favor del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que lidera Daniel Ortega.
La Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) dejó registro en su informe final sobre los comicios de 2011 de que hubo un retroceso en la “calidad democrática” de los procesos electorales en Nicaragua, por la “escasa transparencia y neutralidad” con que fueron administrados por los magistrados de facto electorales.
CSE SOLO CUMPLE REQUISITO
El exdirector de Cedulación, Dionisio Palacios, manifestó que el proceso electoral será cumplido como un requisito por el Consejo Supremo Electoral (CSE), sin embargo, considera que no tienen la intención de realizar una elección democrática y justa.
También manifestó que los “especialistas electorales” que presentó el CSE, son personas que no harán observaciones críticas al proceso, como lo tendrían que hacer los organismos de observación electoral, que al final del proceso rinden un informe con recomendaciones, mientras que los especialistas se limitarán a visitar el país.
