El río Acome agoniza. Cruza por la ciudad de Chinandega y es devastador observar a su alrededor montañas de basura. Hace muchos años era un sitio de hondas pozas y enormes piedras en los ojos de agua, en las cuales lavaban ropa las mujeres. Eso ya es historia.
En su trayecto por el basurero le cae una gran carga de basura arrastrada por la maquinaria que trata de juntar los desechos en un solo punto para incinerarlos.
Un grupo de tres chinandeganos se ha unido con el título de Salvemos Al Río Acome, han recorrido desde su punto de nacimiento en la comarca Santa Barbara, las vertientes atascadas con inmundicias y piedras, la caída de aguas negras y de los desechos hospitalarios.
Jorge Alberto Quezada, integrante de este grupo junto con Walterio Espinoza y el coordinador Napoleón Morales, dijo que la tarde de ayer visitaron la antigua Poza Amolonca, un sitio refrescante, en su tiempo, de muchos árboles que cubrían una amplia zona con su sombra.
La idea de los ambientalistas es que se sumen más pobladores a esta causa, se gestione apoyo para obras de ingeniería que desvíen el agua sucia que le cae, además de la sensibilización a la ciudadanía para que no lance la basura y se cumpla con todo el rigor la ordenanza que sanciona a los “cochinos”.
“Hay acompañamiento con el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) y vamos a gestionar ayuda con la Embajada de México por sus conocidos programas ambientales”, refirió Quezada.
La problemática del río Acome no es la única. El río Las Lajas, sector este del municipio El Realejo, se secó el verano pasado por primera ocasión en su historia y este año temen que pronto se quede sin agua, contó el ingeniero Raúl Terán.
En la zona norte del río Ameya, oeste también del municipio de El Realejo, se advierten bombas que succionan el agua del afluente, que ya de por sí está en crisis.
Raúl Terán, de la Asociación de Ganaderos de Chinandega, dijo que debido a la crisis con los tres últimos inviernos, los incendios forestales, tala y resequedad en los ríos, muchos ganaderos han vendido hasta la mitad de sus hatos al no poderlos mantener en verano.
¿PERMITEN TALA?
Ayer hubo denuncia contra funcionarios de la municipalidad de El Realejo, que señalan que supuestamente la unidad ambiental permite la tala en las riberas de ríos y el saqueo del mangle.
Los incendios forestales en esta temporada de verano tienen preocupados a los productores ganaderos, quienes resienten además la crisis del agua, que se profundiza con los pozos y los ríos que han perdido su caudal.