El panorama del comercio exterior es poco alentador, preliminarmente se calcula que las exportaciones de Nicaragua el año pasado cerraron con una caída de ocho por ciento en valor y todo apunta a que los factores que han afectado las ventas aún se podrían agudizar en 2016 y los años que le sigan, analizan especialistas.
“Realmente estamos ante una nueva circunstancia en los próximos años para Nicaragua, esto no es pasajero, esto tiende a sostenerse, la adversidad en los precios de nuestros productos de exportación en los próximos años es muy probable”, sostiene el economista y exdirector del Banco Central de Nicaragua (BCN), Mario Arana.
Arana resalta que claramente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han hecho análisis y proyecciones en los que efectivamente los precios de los granos van a estar en términos reales más bajos durante los próximos diez años.
Las estadísticas del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex) muestran que al cierre de 2015 el país logró 2,531 millones de dólares, mientras en 2014 se cerró con 2,744 millones en valor, según la misma institución. El Banco Central aún no actualiza los datos hasta diciembre, pero generalmente son más bajos que los del Cetrex porque los valida con la Dirección General de Servicios Aduaneros.
Hasta noviembre, según el BCN, la caída de las exportaciones era de siete por ciento en valor y ocho por ciento en volumen.
En volumen, según Cetrex, la exportación total de productos sumó 1.89 millones de toneladas métricas, cinco por ciento por debajo de los 1.98 millones de 2014.
La gerente general de la Asociación de Productores y Exportadores (Apen), Azucena Castillo, resalta que la reducción en las exportaciones en 2015 es “un campanazo de alerta”, el cual debería mover al sector privado como al Gobierno para hacer un análisis serio sobre cómo hacer frente a esta situación.
Situaciones como la baja del petróleo y la oportunidad de que aún hay que mejorar en productividad y competitividad son aspectos que se deben considerar —según ambos especialistas— para que las exportaciones no disminuyan aún más en 2016 y se intente como mínimo alcanzar los niveles de 2015.
AHORRO PETROLERO PARA INVERTIR
“Los recursos para esas inversiones… el argumento que yo hago es que es correctamente válido que el sector privado esté insistiendo sobre la mejor política posible de costos de la energía y del combustible en este momento para el país, ver cómo se puede hacer para que los costos se reduzcan al máximo”, enfatizó Arana.
Para el economista, se deben revisar políticas como el fondo de combate a la pobreza. “Hay que tomar medidas estructurales, medidas de largo plazo y aprovechar la caída del precio del petróleo y trasladar este beneficio a los sectores productivos no para que lo consuman ese ahorro en los costos, sino para que lo inviertan en competitividad”, señala.
Castillo también resalta como clave la incidencia del precio del petróleo y apunta que los sectores deberían canalizar la situación para producir con mayor eficiencia y dar pasos hacia la tecnificación.
La gerente general de APEN señala que las importaciones deberían encauzarse hacia la capitalización industrial y agroindustrial, sectores que necesitan equipos, maquinarias, sistemas e insumos que podrían impactar en la eficiencia y la calidad de las exportaciones que se podrá reflejar en mayores volúmenes y valores en ventas.
“Estados Unidos, Taiwán, la Unión Europea pueden convertirse en proveedores importantes para tales efectos”, indica Castillo.
PANORAMA DE LOS PRECIOS
Los precios de varios de los productos principales que exporta el país se miran a la baja en 2016, además que la competencia con los líderes en el mercado sería mayor, señala Arana.
“Por el momento se está teniendo problema en los precios del azúcar y tienden a sostenerse porque tu gran competencia que es Brasil y Colombia, que compiten también en café en los mercados internacionales; ellos tienen posiciones dominantes y obviamente estos están invadiendo los mercados y eso nos afecta a nosotros que somos jugadores en esos mismos productos”, indica.
En el caso del maní, según Arana, se enfrenta a una ampliación de las áreas de producción de los Estados Unidos por el sistema de subsidio que existe en ese país, así como el empuje de la última ley agrícola que se aprobó ahí.
“Podrían potencialmente desplazarnos de mercados en los que nosotros estamos y van a incidir en los precios hacia la baja por lo menos este año y los próximos dos años”, advirtió el economista.
EL CLIMA PUEDE AFECTAR MÁS
Otro aspecto que amenaza las exportaciones de Nicaragua en 2016 es el climático, señala Azucena Castillo, pues la persistencia del fenómeno El Niño no abonaría a alcanzar mejores niveles de producción, lo que se traduciría en afectación en los volúmenes exportados.
PROYECCIONES LEJOS
La especialista en comercio exterior, Sonia Somarriba, destaca que ante el panorama internacional será difícil alcanzar la meta en exportaciones que planteó el Programa Económico Financiero (PEF) para 2016, establecida en 2,975.9 millones de dólares.
En el caso de 2015 la meta trazada en el PEF fue 2,739.3, es decir que el resultado de las exportaciones del año pasado habrían quedado unos 200 millones de dólares por debajo de las proyecciones.
EL PLAN B
El cierre negativo de las exportaciones en 2015 plantea la necesidad de revisar las políticas económicas del país e impulsar el crecimiento económico de forma dirigida hacia aquellos sectores ganaderos, teniendo presente la demanda del mercado y las tendencias de consumo, destaca la especialista en comercio exterior, Sonia Somarriba.
“Se debe trabajar en promover de forma decidida al sector servicios, que a nivel mundial continúa creciendo a tasas mayores a las que crece el comercio de mercancías y además, con la ventaja de que enfrenta menores riesgos que la mayoría de la producción agrícola”, dijo.