El presidente inconstitucional de Nicaragua, Daniel Ortega, recibió este lunes 9 de noviembre las cartas credenciales de los embajadores de Palestina, Chile, Estados Unidos y Francia.
La embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu, al presentar sus cartas credenciales, dijo que “durante mi estadía espero poder cooperar con el Gobierno y pueblo nicaragüense en áreas de mucho interés y continuar conversando de manera respetuosa en áreas donde diferimos”.
La embajadora también se comprometió a trabajar muy de cerca con el Gobierno para asegurar el progreso, la seguridad ciudadana, la democracia y continuar cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
Ante esto, Ortega dijo que “los ideales de paz nos unen” y que a pesar de las diferencias se ha logrado avanzar en las relaciones con el gobierno norteamericano.
“Queremos buenas relaciones con Estados Unidos”, agregó Ortega.
El primero en presentar sus cartas fue el embajador de Chile, José Miguel de la Cruz Kross. El diplomático chileno dijo que su gobierno está trabajando para profundizar relación bilateral, también en áreas técnicas y científicas, incrementar las inversiones chilenas y en “grandes obras públicas que vienen en los próximos años” dijo De la Cruz Kross.
De igual forma, Fréderic Basaguren, el nuevo embajador de Francia en Nicaragua, presentó su acreditación.
“A través de nuestras instituciones, colaboramos con las autoridades de su país para mantener una enseñanza y una oferta cultural de nivel relevante”, dijo el representante de Francia en el país.
Además, el embajador Basaguren destacó que su gobierno está deseoso por abrir nuevos terrenos de cooperación e inversión en Nicaragua, y agregó que la Cámara de Comercio Franco-Nicaragüense está en proceso de constitución.
Ortega dijo que Nicaragua y Francia los unen los vínculos inspirados por la Revolución Francesa.
“La primera Bastilla que hay que derivar es la de la guerra”, dijo Ortega luego del discurso del embajador francés.
El embajador de Palestina en Nicaragua, Muhammad Amrro, destacó en su discurso de presentación la visita de Yasser Arafat en Nicaragua en 1980, donde izó por primera vez en América.
También agradeció el apoyo del gobierno nicaragüense en los foros internacionales a favor del Estado Palestino.