Tras 2 meses y 11 días de permanecer detenido en las celdas de El Chipote, la Policía de Nicaragua entregó en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino a autoridades de la Policía Internacional (Interpol) de México al costarricense José Daniel Gil Trejos. La extradición causó una reacción inmediata del canciller de Costa Rica, Manuel González, quien calificó de arbitraria la decisión nicaragüense.
Nuevamente, González cuestionó lo que consideró como una falta al debido proceso de parte de la justicia nicaragüense con el empresario tico.
“No sabemos con qué documento de viaje fue extraditado, el pasaporte no lo tiene él y ni siquiera se tuvo la cortesía mínima de decirle a nuestra Embajada que se ejecutaría la extradición”, declaró al canciller costarricense, para quien su coterráneo fue tratado por Nicaragua como si se tratara del delincuente más buscado del mundo.
TICO ESTABA CIRCULADOPOR INTERPOL
Gil Trejos estaba circulado por la Policía Internacional, según el jefe de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), comisionado general Juan Ramón Gámez, en declaraciones a medios oficialistas, únicos, como ya es usual, que tuvieron acceso a la extradición del extranjero.
Gámez señaló que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) determinó la extradición del costarricense, quien desde el 21 de marzo del 2012 tenía notificación roja a través de Interpol a petición del juez Sexto Penal en el Distrito Federal de México, por posible responsabilidad por delito de fraude genérico o comercial.
Según Gámez, el costarricense tiene pendiente en México tres causas penales como representante legal de la inmobiliaria José MV75-SA de C.V. en perjuicio de José Antonio Partida Amador, de Guillermo Palacios Esquivel y Patricia Moreno Lacalle Guizar, con quienes habría celebrado contratos de compra venta de inmobiliarios y mediante engaño, dijo Gámez, obtuvo “lucro indebido”, por alrededor de unos ocho millones de pesos mexicanos, de los tres demandantes.
Gil Trejos es esposo de la exministra de Seguridad de Costa Rica, Marcela Chacón, quien el pasado 14 de julio estuvo en Managua, donde después de dos horas de espera logró visitarlo en El Chipote.
En esa ocasión Chacón dijo a LA PRENSA: “A mí me parece, como esposa y abogada ( ), (que) este caso se ha manifestado de forma irregular y arbitraria en completa violación a la disposición de la Constitución de Nicaragua y tratados internacionales”.
Por la detención del costarricense hubo algunos roces entre las autoridades de Nicaragua y las costarricenses.
Ayer el canciller González refirió que Costa Rica nunca cuestionó la captura de Gil, sino que reclamaba que al detenido le dieran las garantías mínimas como acceso a la justicia, tratamiento médico, debida asistencia diplomática y mejores condiciones en El Chipote.
Según González, el detenido nunca recibió el beneficio de casa por cárcel ordenado por la Corte Suprema de Justicia, pues esa decisión fue revocada posteriormente por los mismos magistrados.
“Creemos que cuando se acusa a una persona debe seguirse un debido proceso, que debe lucharse contra la arbitrariedad y la impunidad. Todos aquellos que compartimos eso que les acabo de decir deberíamos de tomar lo ocurrido con este costarricense como un motivo de reflexión”, indicó González.
“Es un día oscuro, un día triste que nos debería de llamar a la reflexión a aquellos que creemos y defendemos el imperio de la ley, el Estado de Derecho, la seguridad jurídica, el valor de la justicia, el debido proceso, el respeto al derecho internacional, la institucionalidad democrática”, insistió el canciller.
Para González, existe un ensañamiento en contra de ticos recluidos en Nicaragua, ya que hubo otros casos de capturas arbitrarias en El Chipote.
El experto en Derecho Internacional, Mauricio Herdocia, explicó que Costa Rica siempre tiene la obligación de vigilar y proteger los derechos de sus nacionales en el exterior y en ese sentido Nicaragua debe prestar, dentro del marco del derecho internacional, toda la colaboración necesaria.
“En el sistema internacional está establecida la atención consular a los nacionales cuando son detenidos en otro país. Nicaragua siempre debe estar atenta a las solicitudes que hacen otros países”, dijo Herdocia.
( Con la colaboración de Ilich Buitrago ).
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