Milton Arcia, el empresario de la Isla de Ometepe y a quien recientemente el Gobierno encarceló y le demolió un hotel en las riberas de la misma, no viste de saco y corbata ni asiste a reuniones con grandes inversionistas en hoteles extranjeros, tampoco es un políglota graduado de una prestigiosa escuela de negocios. Su secreto ha sido ser visionario —confiesa— y su amor al trabajo.
—>Lea aquí los documentos presentados por Milton Arcia.
De estilo campechano, de hablar cantado, Arcia tiene 62 años y ha incursionado en cuanto negocio se le ha cruzado por la mente. Vendió pescado, fue lanchero, inauguró el primer ferri en el Cocibolca y desde su adolescencia participó en la política.
Su primer negocio fue cuando tenía 17 años, compró un bote y cien gallinas, con lo cual inició la producción de huevos, granja que años después se multiplicaría en veinte mil gallinas y trescientos cerdos. Fue con esta inversión inicial que sufrió la primera embestida por parte del gobierno sandinista, pero en los años ochenta. “Como yo siempre era antisandinista, llegaron a acusarnos que en los cajones de huevos le llevábamos armas a la contra y registraron e hicieron quebrazones de huevos”, recuerda.
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En esta entrevista a Milton Arcia le brotaron las lágrimas al recordar el último atropello del que fue víctima por parte del actual gobierno sandinista.
¿Es usted somocista?
Sí, yo vengo de la ideología de Somoza. Yo era jugador y era el pícher estrella en ese tiempo, chavalo. Había una inauguración de la liga (rivense) y llegó Tacho (Anastasio Somoza Debayle) y ganamos esa liga a nivel departamental. Tacho le preguntó a la diputada suplente, doña Manuela Mora Rivas, y le dice: “¿Y este muchacho quién es? ¿Qué ideología es?” Nos fuimos a almorzar y entonces viene y me dice (Somoza): “¿No querés ser el presidente de la juventud somocista?” Entonces (la diputada) le dijo: “Pero no tiene la edad, tiene 17 años”. Y Tacho dijo: “Díganle al registrador que le ponga la edad, que tiene 18”. Por eso yo tengo dos cédulas y como un año estuve manejando lo que era la juventud (somocista).
¿Ha aspirado a cargos políticos?
La política yo la uso para relajarme y así lo digo en los medios. Nunca he andado detrás de un puesto público, nunca he estado aspirando a ningún cargo y me los han ofrecido. Lo que queremos nosotros es la libertad de que trabajemos todo mundo y por eso es que he luchado y por eso ves que yo tengo problemas.
¿Con cuál tendencia liberal se identifica?
Estuve 12 años participando en el PLC (Partido Liberal Constitucionalista), fui candidato dos veces a diputado departamental. Lamentablemente nuestro partido hizo el “Kupia Kumi” (pacto), entregó prácticamente la bandeja, entonces yo me retiré y denuncié todo. Ustedes han visto eso.
¿Qué hay de su labor en la UNO?
Cuando el gobierno de doña Violeta (Barrios) yo fui uno de los dirigentes de la UNO (Unión Nacional Opositora). Nosotros fuimos los que dirigimos la Cuarta Región en un equipo de gente de Rivas y ahí nosotros fuimos los que le dimos el voto a doña Violeta. Con un temor y un miedo salíamos a las calles gritando ¡UNO! ¡UNO! y la gente escondida en las ventanas solo nos sacaban las manos. Eso estoy viendo ahorita que está sucediendo, la gente tiene temor.
¿Se considera un líder?
No, no, no. Líder de dar trabajo, nada más.
SU PRIMER GRAN NEGOCIO
Arcia comenta que luego del triunfo del 25 de febrero de 1990 es que decide construir el ferri número uno, por la necesidad que había de transportar productos de la Isla de Ometepe a San Jorge, pues ya las lanchas no daban abasto.
“El ferri fue un ‘boom’, desarrolló la isla, ya los camiones, el ganado, los plátanos se podían transportar. Por eso es que somos líderes en nuestro pueblo, por eso viste que el pueblo se despertó”, comenta Arcia sobre las reacciones a su reciente encarcelamiento de un día.
El empresario cuenta que dada la necesidad después de la popularidad y desempeño del ferri número uno es que decide construir uno más grande, el ferri número dos, sobre el cual asegura que le costó 3.5 millones de dólares, tan costoso como levantar el hotel que el Gobierno recientemente le demolió arbitrariamente en las costas de Ometepe.
La segunda embarcación nunca ha sido explotada, pues asegura que las trabas para destinarle una ruta y permisos de trabajo han sobrado, por lo que decidió construir un ferri número tres con las mismas capacidades del primero, el cual sí está en funcionamiento.
EPN, SU TALÓN DE AQUILES
El segundo gran proyecto del empresario sería llevar embarcaciones al Lago Xolotlán, por lo cual muchos lo tildaron de loco, asegura.
“Ahí llevamos La Novia del Xolotlán, que ahí está todavía. Comencé a gestionar los permisos ante el alcalde (Roberto) Cedeño, en lo que no hubo problemas, y en seis meses ese barco ya no daba abasto”, recuerda Arcia.
Según Arcia, no puede ocultar la realidad y afirma que el primer embargo que sufrió fue durante la Presidencia del liberal Enrique Bolaños, cuando Roberto Zelaya Blanco, entonces director de la Empresa Portuaria Nacional (EPN), le quitó su embarcación La Novia del Xolotlán.
“Me quitó el barco, me quería quitar el puerto, me embargó todos mis bienes. El hecho que más me duele es que fue en mi gobierno donde yo apoyé a don Enrique y (su funcionario) me quitó el barco”, asevera Arcia.
Durante el periodo actual del Frente Sandinista, Arcia afirma que Virgilio Silva, actual titular de la EPN, le ofreció devolverle la embarcación, a lo cual se negó por “cuestiones de principios”.
NICHO LE OFRECE MALECÓN
Arcia recuerda que el exalcalde sandinista Dionisio Marenco es quien le ofrece explotar el Malecón de Managua al tomar posesión de su cargo, esto pese a que durante la campaña el empresario isleño le había dejado claro que por ningún negocio dejaría de apoyar a su candidato liberal, Pedro Joaquín Chamorro Barrios.
“Nicho Marenco siempre lo ha reconocido, ustedes pueden buscarlo. Él ha dicho ‘(Milton Arcia) es el único hombre que creyó en un lago de suciedades’. Para después que ellos mismos (sandinistas) me robaran el proyecto, ya todo eso ustedes lo saben”, comenta Arcia.
Por sacarlo del Malecón de Managua, Arcia afirma que el gobierno sandinista prometió brindarle en compensación una concesión por el terreno donde él construía un hotel en su tierra natal, Moyogalpa.
“Recuerde que las costas son del Estado de Nicaragua y el dueño es el Gobierno, los alcaldes son los autorizados para arrendar. Yo decía ‘si me quitan de aquí (Malecón), entonces luego van a caer allá’, por eso busqué cómo negociar la seguridad de mi inversión de esos siete millones de dólares que tenía allá (Moyogalpa)”, comenta.
Arcia asegura que jamás volvió a desconfiar de que sufriría una nueva baja, pues tenía todos los permisos y escrituras que le permitían llevar a cabo su proyecto en Ometepe.
El empresario asegura que se retirará de la política, pues quiere enfrentar solo un proceso legal por sus bienes y asegura que no sabe la causa por la que demolieron su hotel, pero afirma que un oficial de Policía le dijo que fue una “orden de arriba, por hablar de más”.
OTROS NEGOCIOS DE ARCIA
Milton Arcia asegura ser el productor más grande de cerdos del país, por lo que ha sido presidente de la Asociación de Porcicultores. Dentro de sus logros se adjudica el persuadir a los funcionarios del Estado para que se combatiera la peste porcina clásica. Arcia es también presidente de la Cámara Nacional del Transporte Acuático. “¿Qué conseguí yo como transportista? ¿Conseguí que me regalara un barco el Estado? Conseguí que a nosotros los transportistas nos incluyeran en las exoneraciones de combustible, como le dan al transporte terrestre, pues a nosotros no nos daban. Me le fui a meter al ministro de Transporte, Fernando Martínez, que es el mejor funcionario que tiene este Gobierno, es del cual no he recibido un castigo”, comentó Arcia.
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