Mabel Calero
Andrea Morales es la primera vez que estudia en la tarde en el Instituto La Salle de Diriamba, ella al igual que varios alumnos están inconformes pues han tenido que modificar sus hábitos.
Pero además de afectar su tiempo, Morales asegura que estudiar en la tarde es muy peligroso, pues hay grupos de chavalos que llegan a buscar pleitos.
Ramón Espinoza, exdocente de secundaria explica que por años el turno vespertino se ha caracterizado por tener alumnos repitentes y con problemas de conducta, lo que dificulta el proceso de aprendizaje.
“Hay que analizar varios problemas, uno de ellos es que hay que lidiar con el mal comportamiento de los alumnos a veces hasta te faltan el respeto y de repente hasta te toca meterte en los pleitos, porque es muy común que pandillas ronden los colegios públicos,” dijo Espinoza.
Uno de los colegios que ha sido afectado seriamente por las pandillas ha sido el Instituto Diriangen, ubicado en el barrio 22 de junio en Diriamba, es por esa razón que por dos años consecutivos el turno vespertino se mantiene cerrado.
A la orilla de este Instituto se han realizado redadas por la policía para controlar los expendios de drogas que afectan al barrio y a los mismos alumnos.
“Aquí se dan muchos robos con intimidación, por eso cuando tocan el timbre de salida todos salen juntos porque ir solo es peligroso, hasta los mismo maestros se van todos juntos porque aquí no respetan a nadie, si te ven alguna cosita de valor te esperan a la salida,” dijo Armando García, habitante del barrio.
