La Habana/EFE
Las agencias de viajes y entidades turísticas de Cuba, dependientes del Estado, podrán contratar alojamientos y restaurantes privados entre otros, para dar servicio a grupos organizados de turistas, según fuentes oficiales.
En una resolución publicada en la Gaceta Oficial cubana, el Ministerio de Turismo da luz verde a que los particulares que alquilan viviendas y habitaciones o los “paladares” (restaurantes privados) puedan prestar servicio al sector turístico estatal.
De la misma manera, las agencias y entidades turísticas podrán contratar los servicios de privados o “cuentapropistas” para organizar excursiones para grupos de visitantes como paseos a caballo, en carretas o en los clásicos automóviles antiguos que aún circulan por el país, entre otros.
La resolución establece que “para cualquier relación económico-financiera entre las entidades del Sistema de Turismo y el trabajador por cuenta propia se deberán concertar contratos (…) con todas las especificaciones técnicas de calidad, garantías y posventa, en correspondencia con la complejidad del servicio”.
El sector turístico pagará estos servicios particulares en pesos convertibles o CUC, la moneda fuerte (equivalente al dólar) de las dos que circulan en el país.
Además de alojamientos, restaurantes o excursiones, el sistema turístico cubano también podrá contratar hasta 28 modalidades de servicios prestados por particulares como trabajos de albañilería, carpintería, cerrajería, cristalería, electricistas, jardineros, o servicios de construcción, reparación y mantenimiento de inmuebles.
Esta nueva disposición forma parte de las reformas emprendidas por el Gobierno del presidente Raúl Castro para “actualizar” el modelo económico de la isla comunista.
Una de las principales medidas de ese plan de ajustes ha sido una controlada apertura a la iniciativa privada con la extensión del trabajo “por cuenta propia” como se conoce en Cuba.
En la actualidad, más de 436,000 cubanos ejercen el empleo autónomo en alguna de las cerca de 200 actividades u oficios permitidos para el “cuentapropismo”.
De acuerdo con fuentes oficiales, desde que en 2010 se impulsó el trabajo privado ese sector ha crecido un 18 por ciento, aunque aún solo representa un dos por ciento en la economía del país.
Uno de los efectos más visibles del fenómeno del “cuentapropismo” en los últimos tres años ha sido la proliferación de restaurantes no estatales y alojamientos privados con licencia para alquiler.
Se calcula que en la isla hay ya más de 2,200 “paladares”, así como unas 6,200 habitaciones y 950 viviendas de particulares con licencia para alquiler.
