Isidro Rodríguez Silva
Cántico cósmico (1989) de Ernesto Cardenal viene a reafirmar el exteriorismo poético de uno de los innovadores de la actual poesía en lengua española. Si en Gethsemany, ky (1964) se caracteriza por su belleza poética, por los motivos históricos, políticos y amorosos que allí integran en una sola unidad de la palabra lírica; en Oráculo sobre Managua (1973) establece una pintura dantesca por la descripción de una Managua destruida por el terremoto de 1972.
El crítico literario Iván Carrasco considera Canto cósmico como un texto interdisciplinario: “En este trabajo se destaca la incorporación de la física cuántica, del cristianismo y del testimonio histórico”.
El gran intertexto que se teje en este inmenso poema es la física, es por eso que decimos que la ciencia se vuelve poesía o la poesía se vuelve científica. Un primer intertexto es la poesía misma de Alfonso Cortés, precisamente en la Cántiga 9 , que se titula Canción del espacio-tiempo .
“En el caso de Alfonso —destaca el poeta de Solentiname, como la de Rimbaud y el de Lautréamont—, es uno de los grandes surrealistas y su poesía brota de las mismas entrañas del subconsciente donde brotan el sueño, el mito, la clarividencia, la alucinación y la locura”.
La ciencia
Una de las primicias de este ensayo muestra el paralelismo entre la ciencia y Cántico cósmico (1989) cuya fuente es la física moderna, la diferencia es que el uno usa un lenguaje científico y el otro la verbalidad poética. El primero nos induce al descubrimiento de un universo vivo, el segundo nos lleva a la reflexión poética de la conciencia de ese universo en que vivimos.
Ernesto Cardenal, granadino de 88 años, es una de las figuras internacionales más importante de la poesía hispanohablante. Fue ministro de Cultura durante los años ochenta con el Gobierno sandinista (1979-1990), y es autor de los populares poemas Epigramas y Oración por Marilyn Monroe que han sido musicalizados.
Sacerdote católico, escritor, escultor, es uno de los más destacados religiosos de la teología de la liberación, y ha merecido varios premios internacionales.
[/doap_box]
El primer encuentro entre ciencia y poesía es la enumeración evaluativa y contestaria de desarrollo de la física a través del tiempo y el espacio histórico. Como cada teoría nos acerca a la verdad científica: “Disgustado con principios como el de la incertidumbre en el seno de la física, Einstein se propuso demoler el edificio recién terminado”.
El tiempo y el espacio
En el profundo caminar por los linderos de la física, el tiempo y el espacio, está relacionado con un Todo, que tiene que ver y se relaciona de forma intrínseca: la luz es una perturbación magnética; lo que ondula en el universo es una sustancia etérea; el éter es un sistema inercial preferente, todo se mueve en relación a él.
Para el poeta el espacio y el tiempo salen de una dimensión preponderada por la física y se integra o se empodera, de diferentes discursos extraliterarios. Construye hipérboles, frases expresas, conceptos aludidos, parafraseados o citados. Vuelvo a citar a Carrasco cuando dice: “Dejando a la luz la condición de collage lingüístico, cultural, étnico, científico del Cántico cósmico ”.
Las Cántigas
El conocimiento científico se convierte en verso, estrofa, poema en cada una de las 43 Cántigas que constituyen el texto poético de Cardenal. La teoría de Mac Planck, el padre fundador de la física, que en 1900, “dio un paso a una nueva concepción que nadie había deslumbrado”, que el universo era elástico y que hace curvas. Pero también el tiempo es elástico y entra en la relatividad del quantun de luz de Einstein. El calor es movimiento, por lo planteado por Joseph John Thompson, que todos los cuerpos de magnitud sensibles, ya fueran sólidos o líquidos, están constituidos por un inmenso número de partículas en movimiento, que constituyen los átomos de la materia.
La cientificidad lo lleva al mundo cotidiano y urbano, logrando otra connotación de la ciencia misma, que se demuestra en su poesía exteriorista: Y el amor, que es calor, es movimiento, nos dice, partiendo que el amor es la energía que mueve la conducta afectiva y la conciencia humana.
También el amor es la fuerza que mueve la religiosidad cristiana, porque por amor al hombre Dios crucificó a su Hijo. El calor es movimiento, porque transforma la energía, en las diferentes zonas de un cuerpo, que se encuentran en diferentes temperaturas. Así como los cuerpos no tiene calor, sino energía interna, el amor es una energía interior, que mueve el comportamiento humano.
De la entropía a la información poética
La entropía es una forma en cómo se comporta todo el universo, donde este avanza de estados ordenados, como las estrellas, esferas de plasma que brillan con luz propia, a estados desordenados como los agujeros negros que son restos de estrellas mayores que el sol y desfiguran el espacio y el tiempo.
Cántico cósmico , gracias a la visión poética de Ernesto Cardenal, se convierte en un inmenso retablo connotativo, al pasar la entropía como una ley de la Física Cuántica, a una información estética de la existencia humana.
El inmenso poema es un universo completo entre lo cósmico y el mundo espacial y terrenal del ser humano, donde por información opera de igual manera, allá se mueve por átomos, acá por el amor, allá se plantean, buscan teorías de la naturaleza del universo y sus leyes, aquí nuestra naturaleza humana y nuestra propia existencia en ese infinito que parece devorarnos.
Ver en la versión impresa las páginas: 6 B
