Marta Leonor González
Javier Alvarado tiene 30 años, es poeta y el próximo viernes recibirá el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2011. Quizás su nombre no suene familiar en Nicaragua, pero Alvarado de origen panameño, es un joven escritor que ha ganado importantes premios de poesía y su obra ha merecido el reconocimiento internacional.
El Premio Nacional de Poesía Pablo Neruda en el 2004; el Premio Centroamericano Rogelio Sinán 2010-2011, con su obra Balada sin ovejas ; y una mención en el premio Casa de las Américas 2010, figuran entre sus méritos.
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Alvarado dice que el libro ganador El mar que me habita , lo inició hace 12 años, y que el nombre viene de sus años de adolescencia, un proyecto que poco a poco se fue haciendo. “También es un libro que tiene que ver con el mar y cómo este definió la historia de Panamá. También en él hay una leyenda cuna y además parte de la historia familiar y personal”, revela.
También agrega que “el premio implica más responsabilidad. Porque todos los ojos están sobre mi literatura, mi poesía por ello tengo que trabajar más, ya que la gente con cada premio espera más de mí”.
Sobre El mar que me habita , el jurado expuso y valoró en acta, “su inalterable unidad temática, de sostenido aliento y un adecuado manejo de los recursos expresivos”. Jurado compuesto por los escritores Helena Ramos de nacionalidad rusa y con muchos años de residir en el país, el nicaragüense Erick Aguirre y Antonio Preciado actual embajador de Ecuador.
Menciones
El poeta ganador recibirá del gobierno, tres mil dólares y la publicación de su poemario, que fue seleccionado entre otros ochenta participantes, según un comunicado del Instituto Nicaragüense de Cultura.
El jurado también otorgó menciones de honor y recomendó publicar las obras de Efraín Bartolomé (México) por su poemario Huesolabrado , a Gerardo Guinea Diez (Guatemala) por Cierta grey alrededor , y a Pedro Arturo Reino Garcés (Ecuador) por Cenizologias y rescoldos , Carlos Perezalonso y Edgar del Pilar Cardoza Bravo (Nicaragua) por A mano limpia y De noches las piedras hablan .
Los juegos florales
En la vida literaria de Javier Alvarado en el 2010 también estuvo presente Nicaragua, en que obtuvo el Premio de Poesía en la décima versión de los Juegos Florales Centroamericanos, Belice y Panamá, cuando ganó con el libro Ojos parlantes para estaciones de ceguera . El premio consistió en una Flor de Liz de Oro, Diploma de Honor y la publicación de la obra que salió a luz el año pasado.
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