“Gracias a Dios solo me han asaltado dos veces y hace como un mes que me quebraron siete de las ventanas de vidrio”, dice Juan Carlos Álvarez, uno de los conductores de la ruta 165, que asegura sentirse afortunado porque ha sido uno de los menos afectados por la delincuencia que ataca a las unidades de rutas urbanas en el barrio Las Torres.
Las rutas que circulan por Las Torres, en el Distrito Cuatro de la capital, apenas y recorren un trayecto de cuatro kilómetros dentro del barrio y eso ha sido suficiente para sentir en carne propia el incremento de la delincuencia.
“Lo peor es que la gente sabe quiénes son los culpables y no dicen nada por temor a las represalias”, dijo Álvarez a LA PRENSA.
“Los delincuentes abren las puertas (de los buses),
quiebran los vidrios, y no podemos hacer nada porque estamos indefensos. Se montan armados con machetes, cuchillos, garrotes, piedras para asaltarnos y hasta nos pueden matar”, relata Álvarez.
ESCUELA BAJO TERROR
La población que vive dentro del barrio también sufre por la delincuencia. Los maestros de la escuela Las Torres incluso han sido víctimas de amenaza de parte de quienes años atrás hasta fueron sus mismos estudiantes.
“El año pasado, un muchacho se metió a la fuerza a la dirección de la escuela y quería llevarse unos informes que se habían redactado y en los que supuestamente se decía que él se había robado una computadora de la escuela.
El muchacho entró violento, porque decía que con esos informes lo iban a acusar a la Policía, cosa que no se hizo, y desde entonces empezó a amenazarnos constantemente a todos los maestros”, cuenta una de las profesoras de primaria en la escuela Las Torres, que prefirió no dar su nombre por temor a más amenazas.
La que tampoco quiso dar su nombre por temor a represalias, es la propietaria de una vivienda ubicada al este del puente entre el barrio Las Torres y Pedro Joaquín Chamorro.
“Estos hoyos que ve en el zinc (con el que tiene cercado su patio) son de las balas y son el resultado del fuego cruzado entre el grupo de Las Torres y la Pedro Joaquín Chamorro. Cuando ellos se pelean, las balas de las armas hechizas saltan hasta aquí y hasta tuvimos que mover el cuarto de lugar y hacerlo más al fondo, porque tratamos de cuidar a las niñas más chiquitas” , cuenta la señora, quien asegura que solo un milagro los ha salvado de la muerte.
POLICÍA MINIMIZA
El nivel de delincuencia ha incrementado tanto que los transportistas de 28 unidades de la ruta 165 y una cantidad similar de triciclos anunciaron que dejarían de circular el barrio Las Torres, y otros barrios cercanos, afectando a más de mil usuarios.
Sin embargo, la jefa policial del Distrito Cuatro, Fátima Flores, minimizó la incidencia delictiva en el barrio Las Torres y hasta dijo que la cantidad de denuncias de hechos delictivos ha disminuido.
“El barrio Las Torres ha presentado problemas en cuanto a homicidios, pero no en delitos de robos, no representa más (delitos) que Los Ángeles, Bello Horizonte (también en el Distrito Cuatro). El delito no se ha aumentado, pero la percepción no la podemos medir. Sin embargo, las denuncias en ese barrio han disminuido en comparación con el año pasado”, dijo Flores, quien no dijo nada sobre el temor que obliga a los vecinos a callar los hechos delictivos.
Ayer por la mañana Flores se reunió con un grupo de pobladores del barrio Las Torres e informó que la ruta 165 mantendría su recorrido. A cambio, la Policía Nacional se compromete a mejorar el sistema de patrullaje y los vecinos de la zona deberán formar el Comité de Prevención Social del Delito y promover la seguridad en la zona.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,6 A
