Por Ramón Villarreal Bello
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CORRESPONSAL / RIVAS
Una jueza favoreció hoy a tres exagentes del orden con una sentencia que les suspende la pena de tres años de prisión, que habían recibido por encubrir hace un año la violación de un joven en las celdas preventivas de la Policía Nacional de Altagracia.
La jueza de Ejecución de Sentencia y Vigilancia Penitenciaria de Rivas, Margarita Vanegas Arteaga, benefició a los reos por tratarse de una condena menor a cinco años de prisión, y porque eran reos primarios que no tenían antecedentes penales.
En la sentencia 026 emitida el pasado 24 de junio, la judicial decidió suspender la ejecución de la condena a tres años de cárcel a los policías suboficial Denis Francisco Domínguez Centeno, de 26 años; Ludvin Javier Cruz Cruz, de 24 y Jairo José Pérez Carrillo, de 20.
La Policía Nacional trató de limpiar su imagen el 25 de agosto del 2010 dando la baja deshonrosa a los tres policías de línea y a dos policías voluntarios que en su momento fueron señalados de ser parte del cuerpo policial que detuvo al joven JOM y lo llevó hasta la celda preventiva de Altagracia, donde le indicaron a otros detenidos civiles, “les llegó carne fresca”, dando pie a la violación.
Los agentes incluso le pasaron preservativos a los violadores, y fueron indolentes ante los gritos desesperados de auxilio de JOM, por este hecho el Ministerio Público los acusó también del delito de omisión del deber de impedir un delito.
La acusación inicial de la Fiscalía les imputaba el delito de cómplices del delito de violación agravada y omisión del deber de impedir el delito, pero la ex juez de juicio Ivett Toruño Blanco, cambió la tipicidad del delito de cómplice por encubridores, con lo cual benefició a los tres policías para que no fuesen condenados a 14 años de cárcel como sucedió con los cuatro civiles que participaron en la violación.
La fiscal departamental Isolda Ibarra dijo que apelarán la sentencia ya que los reos no cumplen con los requisitos para ser beneficiados con la libertad y explicó que la judicial Vanegas únicamente les pide a los encubridores que se presenten una vez al mes al Juzgado de Ejecución de Sentencia y Vigilancia Penitenciaria de Rivas, prohibiéndoles nada más que se acerquen a la casa de la víctima situada en la isla de Ometepe.