Por César García
BOGOTÁ/AP
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, informó este miércoles que un miembro del estado mayor de las FARC fue capturado en Venezuela con la colaboración de las autoridades de ese país vecino, que por años ha negado apoyar a los irregulares colombianos.
Guillermo Torres Cueter, alias “Julián Conrado”, del estado mayor de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), o una instancia por debajo del “secretariado” o jefatura de siete miembros de la guerrilla, fue capturado hace dos días “en una operación que realizó el gobierno venezolano, con ayuda de las autoridades colombianas”, dijo el gobernante colombiano en un discurso en una escuela de cadetes, en el norte de Bogotá.
Torres, con al menos 28 años de militancia en las FARC, “hoy está a buen recaudo y el presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez nos ha dicho que nos lo va a entregar”, dijo Santos.
Con estas acciones, añadió el presidente, las FARC ya están notificadas de que la lucha contra ellas “va con todo y desde todas partes”.
El gobierno de Estados Unidos ofrece por datos que lleven a la captura o ubicación de Conrado, de 56 años, una recompensa de 2,5 millones de dólares.
En un breve comunicado, el Ministerio del Interior venezolano dijo que Torres fue capturado el lunes en una zona del estado Barinas, cercano a la frontera con Colombia.
Torres era solicitado por Interpol desde julio del 2002, explicó el ministerio venezolano.
“Una vez practicada la detención del referido ciudadano, se informó a las autoridades del Gobierno de la república de Colombia y se iniciaron los trámites correspondientes para colocarlo a la orden de la justicia de ese país, según los procedimientos correspondientes”, añadió el Ministerio venezolano.
El ministro de Defensa colombiano Rodrigo Rivera dijo a periodistas que Torres Cueter “va a ser entregado a Colombia. Es una decisión que nos ha anunciado directamente el ministro Tareck (el Aissami, ministro del Interior de Venezuela), que el gobierno de Venezuela tiene esa determinación… y que aquí pague las deudas pendientes que tiene con la justicia”.
Torres “era uno de los secuaces de Raúl Reyes”, dijo Hermes Ardila, jefe de la Unidad Nacional Antiterrorismo de la Fiscalía General. “No sé cuántos, pero tiene varios procesos pendientes” por delitos como rebelión, entre otros, expresó Ardila en entrevista telefónica.
Reyes, uno de los siete integrantes del secretariado de las FARC, fue abatido en una operación del Ejército y la Policía en marzo del 2008 en territorio ecuatoriano, en una zona cercana a la frontera. En esa ocasión, las autoridades colombianas inicialmente dijeron que junto a Reyes había muerto Torres, pero un día más tarde aclararon que se trataba de otro rebelde y no de Torres.
“Conrado operaba en el frente 48 de las FARC, en el Putumayo” o una zona del sur colombiano en la frontera con Ecuador, dijo Ardila.
Ni Santos ni las autoridades venezolanas dijeron desde cuándo estuvo Torres en Venezuela, detalles de su ubicación o de sus actividades en ese país.
Camilo Gómez, comisionado de Paz en el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), dijo en diálogo telefónico que los guerrilleros desde hace años buscan refugio en el vecino país, por lo que “si se van alla lo ideal es que el presidente Chávez, en cooperación con las autoridades colombianas los capture y los entregue”.
Consideró que la captura “es una muestra más de Venezuela de querer capturar guerrilleros en territorio venezolano”.
Ariel Avila, analista de la no gubernamental Fundación Arco Iris, dedicada al análisis del conflicto interno colombiano, dijo telefónicamente que la detención prueba que la inteligencia colombiana “o sigue actuando en Venezuela o tiene contactos muy estables” como para saber la ubicación de estos rebeldes.
“La estrategia de Santos está funcionando, sí hay una mayor presión sobre el gobierno Chávez… y una mayor cooperación” entre los dos países, dijo.
Resaltó que la acción del gobierno Chávez podría estar presionada por las quejas por la inseguridad, dentro del contexto de las futuras elecciones generales del 2012.
Torres es el presunto guerrillero de más alto nivel de las FARC capturado desde fines del 2004 y uno más de una seguidilla de rebeldes detenidos con la cooperación de las autoridades venezolanas en ese país de presuntos irregulares de más bajo nivel en los últimos meses.
En diciembre de 2004, unidades policiales colombianas retuvieron en Caracas a Rodrigo Granda, quien era descrito en aquel entonces como el “canciller” de las FARC por su trabajo político en el exterior. Chávez denunció que Granda había sido capturado en operativo del que las autoridades de su país no habían sido informadas, lo cual consideró una afrenta a la soberanía de Venezuela.
Granda fue puesto en libertad en junio del 2007 por el entonces gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) a pedido de Francia, que buscaba la liberación de la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt.
Betancourt fue rescatada junto a 14 rehenes por el ejército colombiano en julio del 2008.
El entonces presidente Uribe denunció repetidamente que jefes de las FARC estaban en Venezuela, señalamientos, entre otros, que llevaron a Chávez a romper relaciones diplomáticas con Bogotá en julio del 2010. Los lazos diplomáticos fueron restablecidos por el nuevo gobierno de Santos en agosto del 2010.
Santos ha dicho que Chávez le ha garantizado toda la cooperación de su gobierno para capturar a cualquier presunto guerrillero y que el gobierno de Caracas no apoya la lucha armada.