CORRESPONSAL/ NUEVA SEGOVIA
El viernes en horas de la madrugada la Policía de Ocotal detuvo in fraganti a Melquisedec Sánchez Gómez, de 19 años, en el momento en que arrancaba un medidor de agua, en el barrio María Auxiliadora, ubicado en el extremo oeste de la ciudad.
Al detenido la Policía le encontró cinco medidores y una hacha de mano. La población junto con la Policía hacía vigilancia para detectar a los sujetos que delinquen en este barrio y sobre todo a aquéllos que tenían sin medidores al barrio.
También la Policía detectó recientemente en el barrio Monseñor Madrigal 18 cajas de registro de medidores, a las cuales les habían arrancado la parte de bronce presuntamente para venderla a las chatarreras. El caso será remitido a la autoridad competente por el delito de robo con fuerza y daño al patrimonio público.
El robo de medidores es considerado por la delegación de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) como “una plaga” que le hace el negocio a las chatarreras.
Norberto Fajardo, gerente departamental de Enacal en Nueva Segovia, reveló que en las últimas 3 semanas la empresa registra un total de 65 medidores robados y que tienen días que el reporte de estos aparatos robados es de 18 y 20; no obstante, otras fuentes consideran que la cantidad de medidores robados asciende a los 200.
Los medidores de agua potable, que son arrancados de sus cajas preferiblemente en horas de la noche y en viviendas solas, tienen un costo de entre 50 y 80 dólares, según el tamaño y la calidad, sin tomar en cuenta el costo de instalación del aparato.
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