CORRESPONSAL/ RIVAS
El relincho de su caballo a las 2:30 a.m., del pasado domingo, hizo pensar a José Dámaso Sequeira, de 42 años, que los abigeos se le llevaban la bestia de montar, pero al levantarse se encontró con la muerte al electrocutarse con un cable del tendido eléctrico, detalló un familiar a la Policía.
La tragedia ocurrió en el patio de la vivienda del ahora occiso, ubicada en la comunidad de Pozo de Oro, en la carretera hacia El Menco, luego que una rama de un árbol cayera sobre el tendido eléctrico y el caballo, propiedad de la víctima, fue el primero en recibir la descarga eléctrica, y en su búsqueda también pereció su propietario Sequeira, detalla la investigación policial.
Producto de la descarga eléctrica que acabó con la vida de Sequeira, éste sufrió quemaduras en la espalda, glúteos y piernas, y su caso fue abordado como muerte accidental por la Policía local.
Otro factor, que pudo haber aumentado el voltaje de la energía domiciliar, se debe a la humedad ocasionada por las lluvias, indicó uno de los investigadores policiales.
El campesino Sequeira nunca se percató que en el lugar estaba caído el cable eléctrico, además que salió en chinelas a buscar al equino, “y eso facilitó el contacto del pie de la víctima con el cable eléctrico que estaba caído en el suelo”, indica el informe que brindó la Policía.
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