Por Josué Bravo
CORRESPONSAL / COSTA RICA
El reciente conflicto diplomático por el dragado que Nicaragua hará en su río San Juan, es interpretado como la “inauguración” de roces del nuevo gobierno costarricense que dirige Laura Chinchilla con Daniel Ortega, a pesar que ambos mandatarios han manifestado el interés de mejorar las relaciones bilaterales.
El diario La Nación, el más influyente del país, tituló hoy que “Dragado del San Juan inaugura roces del Gobierno con Ortega”, mientras que La República informa que el “Río San Juan desata nuevo roce con Nicaragua”.
La noche del miércoles Ortega anunció para los próximos días el inicio de labores de limpieza en el San Juan, para garantizar navegación durante todo el año; y rechazó una nota enviada por la cancillería costarricense en la que según él, Costa Rica advierte que Nicaragua debe pedir permiso para limpiar el rio.
“Eso no puede ser. Es absurdo que ahora (los costarricenses) nos digan que tenemos que pedir permiso para usar una draga y limpiar el río San Juan para que mejore su caudal, para que se pueda navegar en invierno y verano”, replicó Ortega.
Dos días después, el vicecanciller tico Carlos Roverssi, explicó que lo solicitado “respetuosamente” a Nicaragua fue información sobre el eventual impacto del dragado en los recursos naturales, precisamente en humedales y el río colorado, ubicados en territorio costarricense; y adelantó que si eso afecta, Managua sí debe solicitar permiso a San José.
Según La Nación, solo 70 días alcanzó a acumular el gobierno de Laura Chinchilla antes de enfrentar un conflicto con Nicaragua.
“La pretendida buena relación bilateral con el gobierno de Daniel Ortega, manifiesta en las prioridades de la política exterior de Chinchilla, sufrió esta semana un primer traspié por un tema recurrente entre ambos países: la posibilidad del dragado del río San Juan”, informa este periódico en una nota firmada por el periodista Álvaro Murillo.
“El anuncio de las autoridades nicaragüenses de extraer material del cauce fronterizo motivó una advertencia de parte de Costa Rica que cayó mal en Managua”, añade la nota que amplía en las explicaciones de Roverssi.
Por su parte, La República, dice que “tras un año de relativa tranquilidad en la relación con Nicaragua, los lazos de amistad podrían sufrir un desgaste, debido a un lío por el dragado”.
Costa Rica aún se mantiene a la espera de la respuesta oficial de Nicaragua.