BRUSELAS/EFE
El embajador especial de EE.UU. para el cierre de Guantánamo, Daniel Fried, se ha mostrado hoy “confiado” que el centro de detención será clausurado antes de que termine el mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, en enero de 2013.
Fried, que no ha puesto fecha concreta al cierre de Guantánamo, ha agradecido, durante una rueda de prensa en Bruselas, el apoyo de la Unión Europea (UE) al plan para clausurar ese centro, cuando se cumple la fecha límite que en un principio se había establecido para cerrar Guantánamo.
También ha querido agradecer el apoyo de países concretos que han acogido o van a recibir a internos liberados por EEUU, como España, Francia, Italia, Portugal, Irlanda, Bélgica o Hungría.
A ellos hay que sumar tres prisioneros que serán transferidos a Eslovaquia y otro a Suiza -país no miembro de la UE-, según acuerdos de sendos países con el Gobierno de Washington concluidos esta misma semana.
“Estamos en la mitad del camino”, ha afirmado Fried, “confiamos que el cierre llegará tarde o temprano, antes del fin del primer mandato de Obama”, ha apuntado muy seguro de que el presidente, cuyo mandato concluye en enero de 2013, será reelegido para otros cuatro años.
Obama, apenas tomó posesión del cargo en enero de 2009, se comprometió a cerrar Guantánamo en un año, aunque la gestión de todos los detenidos ha alargado ese plazo más de lo previsto.
España acogerá a dos presos de la cárcel estadounidense de Guantánamo, un yemení y un palestino, que llegarán al país en las próximas semanas y que se sumarán a los tres milicianos palestinos que ya acogió en 2002.
Durante los últimos ocho años, casi seiscientos detenidos han sido acogidos por terceros países, pero todavía restan en Guantánamo 192 presos.
Los reclusos que todavía siguen en Guantánamo se dividen en tres categorías: los que están preparados para ser transferidos a otro país; los que serán juzgados en Estados Unidos (la mayoría por un tribunal militar) y sobre los que no recae ninguna de las circunstancias anteriores.
Este último grupo, que forman un grupo de menos de cincuenta hombres, no podría ser juzgado por falta de pruebas suficientes pero tampoco podría repatriarse por su peligrosidad, según ha explicado en la rueda de prensa el director del grupo especial que revisa casos de Guantánamo, Matthew Olsen.
Los susceptibles de ser juzgados por un tribunal militar y los pertenecientes a esa última categoría serían los presos que el gobierno podría desplazar a un centro penitenciario en Illinois que la administración norteamericana ya ha reservado para ese fin.