La funcionalidad de nuestros ojos es, por una parte, manejable por nosotras, y los apreciará más una vez que el proceso de envejecimiento los afecte, resultando en la perdida progresiva de visión y en la pérdida de su habilidad de ver gente de lejos o de manejar bien en la noche.
Los factores de riesgo de padecer pérdida progresiva de la visión incluyen los antecedentes genéticos, el hábito de fumar, el hábito de andar en el sol sin protección contra los rayos ultravioletas, su género (peor cuando es femenino), mayor de edad, una dieta inapropiada,y/o ojos de color claro. Obviamente, hay factores en esta lista fuera de nuestro control, pero, en vez de dejar la salud de sus ojos deteriorarse, considere el impacto positivo que su dieta cotidiana está teniendo o podría tener en ellos.
Aunque no hay una sola dieta que es la mejor para todos, una dieta con un alto contenido de verduras es esencial para su salud ocular, y mejor todavía cuando las verduras son cultivadas orgánicamente, porque ellas, por lo general, le llevan menos residuos de las pesticidas y más vitamina C, antioxidantes, magnesio y fósforo que aquellas cultivadas de la manera convencional. Entre las más beneficiosas está el mango. Un mango nos lleva alrededor de 100 calorías (dependiendo en el tamaño y la variedad del mango), y a la vez, nos da un 25 por ciento de la recomendación diaria de la vitamina A y más todavía de la vitamina C, entre otros nutrientes y antioxidantes que ayudan no sólo con los ojos, sino también con la protección del colágeno.
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Restaurante Ola Verde