- A diario, miles de caraqueños se ven obligados a utilizar este servicio en las maltrechas calles citadinas
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CARACAS/ AFP
“Esta ciudad es invivible”, expresa resignada la consultora Ivón Hidalgo, de 52 años, mientras desafía el peligro con tal de no perder una cita, y monta en una de las miles de mototaxis que patrullan Caracas, convertida en un saturado estacionamiento en las horas pico.
Sentir el viento en la cara no es la única sensación en las autopistas de la capital venezolana, cuando se tiene que sortear kilométricas colas de grúas, camiones de carga, trailers y todo tipo de transporte pesado, protegido, en muchos casos, con apenas un frágil casco de plástico.
Pasar a centímetros de los escapes ardientes o recibir chorros de humo negro son parte de esta experiencia extrema, donde la única defensa son las frenéticas pero débiles bocinas de las motocicletas que compiten con la ruidosa urbe.
Cientos de flotas de mototaxistas que suman unos 30,000 en la gran Caracas, se agregan a los casi 160,000 motociclistas que desafían las estadísticas y se juegan la vida en arriesgadas maniobras, no pocas de ellas en contrasentido sobre una deteriorada capa de asfalto salpicada de baches.
Médicos, periodistas o simples empleados apurados por el tiempo prefieren olvidar que la posibilidad de morir en un accidente de moto es 20 veces mayor que en uno de automóvil, de acuerdo con diversos estudios de seguridad vial.
Los miles de aguerridos motociclistas se aventuran en una ciudad donde circulan unos dos millones de autos, cuya vialidad data de los años sesenta sin nuevas vías adicionales.
Con cinco años de experiencia sobre una moto como taxista, José Gregorio Ortegano, de 31 años, cuenta que transporta cada día “entre 10 a 15 personas en trayectos de unos 10 km cada uno y nunca he tenido un accidente”.
“Tenemos mala fama porque muchos no aprenden a manejar y no respetan las reglas. Muchos homicidios son cometidos por motorizados y la gente tiene miedo”, dice Edgar Escobar, 29 años y cuatro sobre dos ruedas.
Fueron dos motociclistas quienes asesinaron esta semana al vicepresidente del diario Reporte de la Economía, Pierre Fould Gerges.