- Sus nombres figuran en las listas de los pintores más reconocidos del país, pero llegar ahí no ha sido fácil. Estos tres jóvenes son parte del relevo del mundo de la pintura
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Además de ser hombres jóvenes, estos tres pintores tienen algo en común, el talento. Ellos, en corto tiempo, han logrado ser reconocidos como parte de los mejores artistas del país, aunque para ello tuvieron que sufrir cerrones de puertas y menosprecio por la corta edad que tenían cuando empezaron en el mundo de las tintas y pinceles.
“Al inicio es difícil, por la edad. Al entrar a una galería es complicado porque la gente no te conoce”, cuenta Javier Valle Pérez, de 33 años, y que tiene 11 años pintando.
Con él coincide Víctor M. Leiva, de 29 años, quien lleva 10 años como pintor, y explica que al inicio de su carrera no quería exponer sus obras en las galerías, porque no lo conocían. “Fue muy duro. Para entrar a este medio hay que hacer un nombre, no tenerlo”, dice refiriéndose al nombre heredado de su padre, reconocido compositor nicaragüense.
Aunque para Luis Estrada, mejor conocido como Suka, involucrarse en el mundo artístico no es tan complicado, explica que en Nicaragua aún no hay buen mercado para el arte nacional. “Hay muchos talentos, pero poco financiamiento y promoción”, dice.
GRAN TRAYECTORIA EN POCO TIEMPO
Estos tres pintores casi han conseguido en poco tiempo la fama y reconocimiento de los pintores más aclamados del país.
Para Suka, quien pinta de forma profesional desde hace tres años, eso se debe a que como jóvenes tienen mucha energía, fuerza y vigor para trabajar intensamente. “Yo pinto todos los días”, dice a manera de ejemplo.
Cuenta este joven de 25 años que en su haber artístico suma unas mil 800 obras, las cuales han sido regaladas, vendidas, otras están en exposición y otras las tiene él.
En este sentido Javier dice que es difícil contabilizar las obras que ha elaborado. Aunque pinta a diario desde hace más de diez años, dice que no le gusta dar una cifra mayor a mil, pues no le gusta “exagerar”.
Aunque les ha sido difícil, sobre todo porque no todos han contado con el apoyo de pintores profesionales de la “vieja escuela”, los jóvenes cuentan que el mundo del arte es bondadoso, a tal punto que los tres dicen vivir en gran parte de ello. Suka tiene una sociedad en una librería y Víctor canta con su grupo La Mancha de Leiva. Javier es el único que afirma vivir “bien” gracias a las pinturas que realiza.
“Para mantenerse de la pintura hay que estar moviéndose. Si vos sabés a lo que te estás metiendo, sabés que vas a sufrir”, concluye Leiva.