- El lanzador costeño viajó a Fort Myers
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Devern Hansack, el “monstruo” de la Laguna de Perlas, partió ayer rumbo a Estados Unidos para iniciar una fiera batalla por encajar en el poblado staff de los Medias Rojas de Boston, en las Grandes Ligas.
En septiembre del año pasado, Hansack se convirtió en el noveno big leaguer nicaragüense de la historia, coronando una temporada de ensueño con un juego sin hit ni carrera de cinco entradas ante los Orioles de Baltimore en el legendario Fenway Park, el último día de la temporada.
A pesar de su impactante cierre, el costeño no tiene un lugar asegurado en el staff de Boston del 2007, porque en el descanso la organización contrató a varios lanzadores de calibre, entre ellos al tirador japonés Daisuke Matsuzaka. Sin embargo, Hansack viajó con mucho entusiasmo.
“Mire jefe, voy con todo el ánimo del mundo. Estoy alegre y voy a hacer todo lo posible en el spring training para ganarme un puesto en el equipo grande”, dijo Hansack, ayer antes de abordar su avión.
Los Medias Rojas tienen su campamento de primavera en Fort Myers, Florida, y esperan el aterrizaje de los lanzadores y receptores para el 16 de este mes. Hansack viaja con dos semanas de anticipación y aprovechará para visitar a familiares.
Hansack pasó en Laguna de Perlas la mayor parte de los tres meses que estuvo en Nicaragua.
“Estuve entrenando de acuerdo a un plan que traje de Boston. La organización me envió el equipo necesario para hacer algunos ejercicios, como pesas de diferentes pesos y cosas así. Entrené fuerte porque quiero seguir en las Grandes Ligas”, dijo el costeño, quien en el 2006 encabezó el ranking de los atletas más destacados de Nicaragua, escoltando a Vicente Padilla.
Hansack está al tanto de las contrataciones de lanzadores de los Medias Rojas y de la posibilidad que dispute con Joel Piñeiro el rol de rematador.
“Yo estoy dispuesto a lanzar en rol que me pidan. Puedo abrir, relevar y cerrar. Yo lo que quiero es seguir jugando en las Grandes Ligas”, insistió el costeño.