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Juan Gallardo, vocalista de Ángeles del Infierno. (LA PRENSA/J. MOLINA)

Un verdadero infierno

Los fans que no entraron al concierto botaron la cerca principal del local, provocando que la Policía usara armas de fuego para controlar la situación Dicen que el rock es cultura y el reggaetón es basura, pero fue lo que menos mostraron los roqueros que asistieron al concierto de Ángeles del Infierno que se realizó […]

  • Los fans que no entraron al concierto botaron la cerca principal del local, provocando que la Policía usara armas de fuego para controlar la situación

Dicen que el rock es cultura y el reggaetón es basura, pero fue lo que menos mostraron los roqueros que asistieron al concierto de Ángeles del Infierno que se realizó anoche en predio baldío ubicado contiguo al edificio BAC, en Carretera a Masaya.

Desde las 9:00 p.m., más de una hora antes que saliera la banda española, se empezó a ver a los primeros intoxicados y desmayados. Media hora más tarde la malla que estaba frente a la Carretera a Masaya no fue impedimento para que más de una docena de personas entrara al concierto. Ni siquiera los agentes de la Policía Nacional pudieron detener a los fanáticos que lo único que querían era ver al grupo Ángeles del Infierno.

Cuando ya se acercaba las 10:30 p.m., la banda española subió al escenario. Al iniciar con el tema El Principio del Fin la malla lateral derecha de la tarima fue desplomada por los fanáticos, que en su mayoría se encontraban ebrios.

Los agentes policiales y de seguridad privada empezaron a golpear a los que querían destruir la malla, pero la rebeldía de los roqueros provocó que los agentes usaran las armas de fuego e hicieran disparos al aire.

Se estima que al concierto asistieron unas dos mil personas, entre las que se podían apreciar a menores de edad en estado de ebriedad, y según dijeron miembros de la Dirección General de Bomberos “estaban intoxicados con sustancias desconocidas”.

Ante la situación, Daniel Núñez, representante de Ángeles del Infierno comentó: “Pues la verdad es que hay gente muy agitada, hay que calmarlos”.

Ante el desastre que se vivía en las afueras del local del concierto, Léster Ruiz, organizador del evento, dijo que en cuanto tuvieron los primeros disturbios llamaron a más agentes de la Policía Nacional y de seguridad privada, para sumar 150 policías y 120 agentes privados.

“Si ves la gente que está aquí adentro la está pasando de lo lindo, los que están causando problemas son los que no pudieron entrar”, dijo Ruiz.

EL CONCIERTO

En el interior del local del evento las nubes de humo y las botellas de aguardiente se veían por todos lados.

“Leche, leche”, pregonaban los vendedores ambulantes de licor, mientras adolescentes compraban sus productos.

Todos Somos Ángeles, Sombras en la Oscuridad y Con las Botas Puestas fueron los primeros temas que interpretó la banda, mientras los centenares de fanáticos coreaban esos temas.

Espere mañana mayor información del concierto de anoche.

Espectáculo

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