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Los forenses se trasladan a la escena del crimen, pues la valoración de la escena donde ocurrió un hecho criminal es parte importante para el desarrollo de las investigaciones. ( LA PRENSA/ARCHIVO)

El trabajo forense tras la pista del culpable

Los dictámenes emitidos por el Instituto de Medicina Legal son piezas de convicción de mucha importancia y, muchas veces, decisivas en los resultados de los juicios que emiten los tribunales comunes. Al igual que los peritos de la Policía Nacional, los forenses deben acudir a la escena del hecho criminal cometido para emitir un dictamen […]

  • Los dictámenes emitidos por el Instituto de Medicina Legal son piezas de convicción de mucha importancia y, muchas veces, decisivas en los resultados de los juicios que emiten los tribunales comunes. Al igual que los peritos de la Policía Nacional, los forenses deben acudir a la escena del hecho criminal cometido para emitir un dictamen más preciso
[doap_box title=”El examen que realiza el forense” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”]

La valoración de la escena donde ocurrió un hecho criminal es parte importante para el desarrollo de las investigaciones de un forense, señala la doctora forense Sara Mora Grillos.

Una vez que a Mora le reportan un crimen, lo primero que hace es junto a la Policía, fijar la escena con fotografías, antes del levantamiento del cuerpo.

Después procede a realizar comparaciones de las lesiones tanto en la ropa como en el cuerpo. “Debe haber similitud”, recuerda.

Por ejemplo, indica la forense, si en la ropa de la víctima encuentran cortaduras compatibles con arma blanca, “yo espero encontrar en la piel una lesión por arma blanca”.

El estudio más profundo de la ropa de la víctima le corresponde a Laboratorio de Criminalística de la Policía.

Pero sí, la forense verifica el estado de la ropa para realizar la valoración externa del cuerpo. Cuántas lesiones tiene, el tamaño y características de cada lesión. “¿Qué significa esto? Que si la lesión fue provocada cuando la persona estaba con vida o cuando estaba muerta”.

Posteriormente toma las medidas de longitud y diámetro de espesor de las heridas. En caso que las mismas fueron producidas por arma de fuego. Lo que hace es revisar las características del orificio de entrada.

Posterior a ello procede a realizar la autopsia, a través de la cual pueden determinar cuáles son los órganos afectados y qué daños tienen los mismos.

A su vez, pueden valorar cuál de los órganos pudo ocasionar la muerte directa de la persona. Una vez que tienen un conclusivo, el siguiente paso es estudiar junto a la Policía “ese caso incompleto”.

Por ejemplo analizan la escena del crimen, hora de muerte probable, hallazgos encontrados, características del arma que pudieron provocar las lesiones. Después la forense y la Policía entretejen una estrategia con la investigación policial y el dictamen forense, que al final la Policía lo presenta a la Fiscalía para que base su acusación.

Otra causa

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Delito: violación e incesto. Víctima: niña de 12 años, por agresión reiterada por parte de un familiar. Está embarazada.

Así resume la solicitud efectuada, en fechas no precisadas, el análisis médico legal enviado por una delegación policial ante el Instituto de Medicina Legal.

El agresor, un pariente de la menor, ahora guarda prisión en una de las cárceles del país. Posiblemente la Fiscalía no hubiese podido demostrar la culpabilidad del agresor sin las pruebas científicas proporcionadas por el Instituto de Medicina Legal.

Para demostrar el delito, los investigadores requirieron del apoyo de la medicina forense.

Los especialistas emplearon la genética forense, que se refiere al estudio del ADN (ácido desoxirribonucleico), el cual aún no se practica en el país. No obstante hay casos que los forenses se trasladan a otros laboratorios vecinos para efectuarlos.

En este caso particular, los peritos se trasladaron al Laboratorio de Genética Forense, de San Salvador, “donde nuestros peritos realizaron esos análisis”, refiere el director de ese instituto, doctor Zacarías Duarte.

Duarte menciona que sin esta prueba no se hubiese podido demostrar el delito, como tampoco se hubiese podido identificar al agresor. Y el caso habría quedado impune.

ESTUDIO GENÉTICA FORENSE

“La forma en que se logró demostrar ese delito fue mediante el estudio de genética forense, se refiere al estudio de ADN, se tomaron muestras de sangre, de la mamá, del niño y del supuesto agresor y los resultados de ADN demostraron con total seguridad que el padre de ese niño era el familiar agresor”, sostuvo Duarte.

El director del Instituto de Medicina Legal manifiesta que los casos similares de delitos sexuales generalmente se demuestran con la valoración médica de la persona agredida, en primer lugar, ya sea que la persona esté viva o haya fallecido. Parte de los análisis que realizan también comprende personas asesinadas y violadas, para demostrar ambos delitos.

En ambos casos requiere de un estudio médico forense, el cual permite determinar las lesiones que la víctima sufrió, así como si ésta fue objeto de una agresión sexual.

Pero en el caso que la víctima haya fallecido, señala Duarte, debe tomarse en cuenta el tiempo que ha transcurrido entre el momento de morir y cuando se hace la autopsia.

“Si el estudio ‘post morten’ se hace inmediatamente después o pocas horas después, del fallecimiento, pues la valoración médica permite encontrar todos los hallazgos y todas las evidencias para demostrar las lesiones que esa persona sufrió en el cuerpo y si hubo alguna agresión sexual”, explica el doctor Duarte.

“En el caso de los vivos, se hace una valoración médica, que es un examen físico, completo, para identificar todas las lesiones que puedan haber en el cuerpo, todas las lesiones que puedan haber en el área genital”, agrega el director de Medicina Legal.

OTRAS PRUEBAS

El forense también se auxilia de otros procedimientos como es la muestra biológica, que se practica en el laboratorio, en este caso los estudios de serología que les permite determinar si se encontró o no semen y en sitología, para determinar si hay hallazgos de espermatozoides.

“La presencia de semen y la presencia de espermatozoides y los hallazgos físicos o las lesiones encontradas por el médico permiten determinar con toda seguridad igualmente que se cometió un delito sexual contra una persona”, dijo Duarte.

Y en el caso que la víctima haya fallecido, deben demostrar que hubo asesinato u homicidio seguido de violación.

“Totalmente ésta es la prueba científica de que se cometió un delito contra una persona, ya sea el delito de lesiones comunes, o bien un delito relacionado con los delitos sexuales”, apunta Duarte.

PERITAJES SOBRE CASOS DE VIOLENCIA

El año pasado las agresiones sexuales fueron causa de 3,448 peritajes practicados por ese instituto, lo cual equivale a un 8.34 por ciento del total. En el primer semestre del presente año los forenses ya realizaron 1,888 casos equivalentes al 9.14 por ciento del total de agresiones.

Pero al agrupar el total de las agresiones familiares, por problemas conyugales, agresiones sexuales y agresión infantil, que las autoridades policiales denominan violencia intrafamiliar, los peritajes realizados por los forenses el año pasado fueron 13,651 casos, un 33.01 por ciento del total de peritajes hechos.

Igual en los primeros seis meses del presente año estos casos de violencia intrafamiliar llevaron a los forenses a practicar 7,115 peritajes, equivalentes a un 34.44 por ciento del total de casos valorados.

TIPOS DE PERITAJES REALIZADOS

Pero además, los datos estadísticos que registra el Instituto de Medicina Legal pueden servir como un indicativo de los niveles de violencia alcanzados en el país.

Según Duarte, la principal causa de peritajes por las cuales las víctimas son remitidas al Instituto de Medicina Legal son las agresiones callejeras, que junto a las agresiones vecinales el año pasado sumaron 23,873 casos.

Un comportamiento similar han tenido este año las valoraciones por riñas callejeras junto a las vecinales , pues entre enero y junio, por ejemplo, el Instituto de Medicina Legal registró 11,739 peritajes.

SITIOS PELIGROSOS

Recordó que según los datos estadísticos del Instituto de Medicina Legal, más del 70 por ciento de las valoraciones que se realizan en ese local están motivados por la violencia callejera y la violencia intrafamiliar.

“De aquí se derivan dos casos importantes, primero: que los lugares más peligrosos de Nicaragua en primer lugar son las calles, y en segundo lugar nuestro propio hogar”, estima el doctor Duarte.

El funcionario aclaró que como una institución adscrita a la Corte Suprema de Justicia, ese instituto solamente atiende a personas que han sido agredidas. “Entonces es normal que todo nuestro trabajo esté orientado a este tipo de agresiones, o a este tipo de violencia porque esa es la razón por la cual existe el Instituto de Medicina Legal”, sostuvo Duarte.

Esa institución es de naturaleza científica y cuenta con 11 ciencias forenses, las cuales están al servicio de la justicia para demostrar o para descartar un delito contra la vida.

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