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El Fondo Social de los diputados es un misterio

Parlamentarios hacen caso omiso a solicitud para dar a conocer en qué gastan ese dinero [doap_box title=”Los números” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”] En promedio, cada diputado propietario recibe unos 420 mil córdobas para financiar proyectos sociales y becas. De éstos, según lo que parece ser una normalidad, 400 mil córdobas provienen del Presupuesto General de la República, […]

  • Parlamentarios hacen caso omiso a solicitud para dar a conocer en qué gastan ese dinero
[doap_box title=”Los números” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”]

En promedio, cada diputado propietario recibe unos 420 mil córdobas para financiar proyectos sociales y becas.

De éstos, según lo que parece ser una normalidad, 400 mil córdobas provienen del Presupuesto General de la República, y los otros 20 mil provienen del presupuesto de la Asamblea Nacional.

La condición es que 400 mil sean utilizados para financiar total o parcialmente proyectos sociales, y los restantes 20 mil sean para el financiamiento de becas, pero hay excepciones.

También hay excepciones en la entrega de las rendiciones de cuentas, ya que según afirma el diputado Cargos Gadea Avilés, él aún tiene pendientes facturas de años anteriores. Aún así, cada año le han asignado las partidas correspondientes del Fondo Social.

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Saber en qué exactamente invierten los diputados de la Asamblea Nacional los 420 mil córdobas que recibe cada uno, del llamado Fondo Social, es un misterio.

El sencillo ejercicio de fotocopiar el informe de rendición de cuentas que, se supone, entregan al finalizar cada año legislativo, fue una petición que se volvió imposible para la mayoría de esos 92 funcionarios públicos.

Todos los años, cada diputado recibe una partida que se aproxima a los 420 mil córdobas, a veces más, a veces menos, pero totalmente separados de sus salarios y bonificaciones, con el fin de financiar proyectos sociales y becas para los más necesitados.

A lo largo de 10 meses, LA PRENSA solicitó de manera formal y por diferentes vías a cada legislador, que brindase copia de la rendición de cuentas, correspondiente a sus desembolsos para el “Fondo Social y Becas”, además del finiquito que gira la Dirección Administrativa Financiera de la Asamblea haciendo constar la rectitud de la gestión.

Según las reglas a ningún diputado debería entregársele nuevos fondos si no rinde cuentas.

Así lo afirmó el ahora secretario ejecutivo de la Asamblea Nacional, Julio Villanueva, en una entrevista brindada a este rotativo cuando aún era el director administrativo financiero, hace unos meses; para que los desembolsos sean efectivos, los diputados deben cumplir con el Reglamento Interno, además de presentar las debidas facturas y recibos, para que se hagan los desembolsos de los siguientes años.

“Los fondos son entregados individualmente, por ley. El monto varía según el monto que aprueben en el presupuesto y la distribución entre los diputados. El diputado hace una selección de las solicitudes que recibe, las aprueba y luego solicita el desembolso de lo cual él ha autorizado y expresa a nombre de quién saldrá —el cheque—. Nosotros como administración recibimos la demanda y procedemos con relación a la normativa”, explicó Villanueva.

ESPERANDO LA RESPUESTA

A pesar de que un segundo grupo de cartas fue enviado a los diputados entre el 31 de julio y el 3 de agosto pasado, en sus oficinas, casas de habitación, en las comisiones respectivas, en sus bancadas o sus propias casas de campaña; no todos dieron respuesta y los que lo hicieron no enviaron toda la información solicitada.

Dándoles tiempo para que organizaran los documentos, un mes después LA PRENSA comenzó a establecer contacto con los diputados, llamándoles a sus teléfonos móviles, para recordarles que aún estábamos esperando la información y que el tiempo ya se estaba agotando.

Hubo excusas por montones entre los que contestaron las llamadas: “No estoy en mi oficina”, “No he tenido tiempo de buscar los documentos”, “Me falta una facturita”, “Contacte a mi secretaria”.

Según el diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Wilfredo Navarro, entre sus colegas acordaron que la encargada de entregar toda la información sería la jefa de bancada, la diputada Lilliam Morales. Sin embargo, en las ocasiones que logramos contactarla, ésta nunca tuvo tiempo de escucharnos por completo y siempre prometió regresar la llamada, para “platicar” con más calma.

Es así que la mayoría de la bancada del PLC no entregó una sola copia de sus financiamientos a proyectos sociales o becas. Y una vez más, el diputado Carlos Gadea Avilés y vicejefe de la bancada PLC, se excusó: “No importa, ideay. El que es honrado no tiene de qué temer. No hay problema. Ahorita para mí es imposible (entregar las copias), yo estoy en otras cosas. Eso no quiere decir que seamos ladrones. Yo les he atendido por teléfono (a LA PRENSA) dos veces. Del finiquito me hace falta una facturita de tres mil córdobas, de los años anteriores me hace falta una facturita de tres mil pesos que se ha perdido, de una tienda que desapareció”.

A esta misma lista de los que no entregaron nada, se suma la mayoría de la bancada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la mayoría de la bancada de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN).

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