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Cassell, OK
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MINNEAPOLIS.- El armador de los Timberwolves Sam Cassell, a quien una dolencia en la espalda lo obligó a abandonar el segundo partido de la serie frente a los Lakers, pudo entrenar ayer y afirmó que su padecimiento no lo marginará de la final de la Conferencia Occidental.
Cassell no pudo jugar el último cuarto del primer partido y en el segundo apenas lo hizo 43 segundos antes de salir acusando dolor. Minnesota venció a Los Ángeles 89-71 el domingo para empatar 1-1 la serie al mejor de siete.
“Me sentí algo mejor’’, dijo Cassell al salir del Target Center antes que los Timberwolves viajaran a California.