Edgard Tijerino [email protected]
Uno piensa que aquello de “bueno y barato” no existe en el béisbol de Grandes Ligas, que un “equipo ganga” no puede llegar a la postemporada, pero los Gemelos de Minesota dirigidos por Ron Gardenhire, nos obligaron a una revisión de estos puntos de vista y por supuesto, modificación de los conceptos.
Lo inesperado es redondo, y viene en caja cuadrada. Eso sí es una certeza y explica por qué, un equipo que cuesta 100 millones de dólares menos que los Yanquis, avanzó más largo en los Play Offs de 2002, aunque igualmente fue detenido y desvanecido por la inspiración y buen funcionamiento de los Ángeles de Anaheim.
La planilla de Minesota supera ligeramente los 40 millones, y consecuentemente, un pelotero de 26 millones como Alex Rodríguez no tiene sitio, mucho menos seis que cobren más de 10 millones cada uno, como ocurre en los Yanquis.
Vamos, uno ve a los Gemelos y los Yanquis, y la aparente diferencia es como la existente entre la popular tienda K-Mart y la majestuosa Zacks… Sin embargo, los resultados de 2002, dejaron otro tipo de mensaje.
Sin incursionar en el mercado de Agentes Libres en busca de mega-peloteros y sangrando sólo por las pérdidas de David Ortiz, ahora con Boston, y el pitcher Mike Jackson, los Gemelos pretenden defender exitosamente el banderín del centro en la Liga Americana, pese a la gran presión anunciada por los Medias Blancas.
Se podría advertir sobre los Gemelos: atrápenlos si pueden, tomando lo que muestra Leonardo DiCaprio en su última película, sacándole el máximo provecho a la astucia.
¿Qué es lo mejor de Minesota?
Torii Hunter etiquetado por muchos como el mejor jardinero central que puede aparecer en pantalla y bateador permanente encendido; el brazo derecho de un restablecido Brad Radke; los cierres de Eddie Guardado, zurdo que fue capaz de 45 salvamentos; el aporte de Jacque Jones como artillero y jardinero; el nivel de utilidad que alcanzó el Rick Reed ganando 15 juegos y perdiendo 7; Corey Koskie, antesalista, diagnosticado como futuro astro que debe saltar hacia la notoriedad; y Luis Rivas, el segunda base en pleno crecimiento.
El manager Gardenhire sabe que ahora todo será más difícil porque el equipo se convirtió en algo real, y necesita que el codo del pitcher Joe Mays no esté gimiendo como el año pasado cuando fue limitado a 17 inicios; que el derecho de 24 años Kyle Lohse, que trabajó 180 entradas y ganó 13 veces, vuelva a impresionar; que Matthew LeCroy responda demostrando que puede funcionar como Designado trabajando todos los días; que el short Christian Guzmán, de 23 años, ofrezca mayor peligrosidad en las bases y anote 100 carreras; y que tanto el inicialista Doug Mientkiewicz como el catcher Pierzynski, proporcionen suficiente agresividad a la parte de debajo de un line-up inquieto.
“Este es un equipo acostumbrado a la presión y ha adquirido suficiente experiencia”, dice el manager Gardenhire, cuatro veces expulsado en la última campaña, viendo a su equipo ganar 29 de los 45 juegos que se resolvieron por diferencia de apenas una carrera.
¿Puede un equipo como Minesota, que cuesta 40.2 millones, volver a caminar tan largo como los Yanquis de 150 millones?… Después de lo visto en el 2002, no hay que perderlos de vista. La advertencia es: atrápenlos si pueden.
EL LINE UP
Jacque Jones (.300, 96 CA, 27 HR y 85 CE), LF; Christian Guzmán (.273,80 CA y 59 CE), en el short stop; Corey Koskie (.267, 15 HR y 69 CE), 3B; Torii Hunter (.289, 29 HR y 94 CE) CF; Doug Mientkiewicz (.261, 10 HR y 64 remolques), 1B; Matt LeCRoy (.260, 7 HR y 27 CE), Bateador Designado; A. J. Pierzinski (.300, 6 HR y 49 CE) como receptor; Mike Cuddyer ( .259 en 41 juegos) RF y Luis Rivas (.256 en 93 juegos), 2B.
Brad Radke (9-5 y 4.72 en 21 juegos) es el abridor estelar; el zurdo Eric Milton (13-9 y 4.84) como número 2; detrás, el restablecido Joe Mays (4-8 y 5.38), Rick Reed el ganador de 15 juegos y Kyle Lohse, sorprendente ganador de 13 juegos en el 2002.
En el bullpen Eddie Guardado de 33 años, busca otros 45 rescates y obtener el necesario apoyo de LaTroy Hawkins, Johan Santana, Tony Fiore y el boricua Juan Romero.