- Melón orgánico pronto será una realidad en la finca El Rosario
María Antonia López M. [email protected]
La generación de fuentes de empleo es una de las ventajas de la producción de frutales. Todas las labores, desde la siembra de las plantas en los campos, la aplicación de fertilizantes, el mantenimiento y el corte, constituyen un trabajo que requiere de mucha mano de obra, y las mujeres en este aspecto pueden tener una alternativa.
Jesús Coto, es uno de los trabajadores de la Agrícola El Rosario, finca que ha sido diversificada y en ella se esperan ya las cosechas de aguacate, limón tahití, mangos, naranjas, toronjas, y otras que por igual demanda del corte unitario a mano.
Pero en otras parcelas aledañas hay experimentaciones con uvas como otra de las alternativas. Actualmente están haciendo pruebas con la variedad uva de mesa, la idea es salirse del mercado chinandegano, y superar las importaciones que se hacen en temporada navideña.
Otras parcelas de uvas se registran al Norte, con tendencia a reproducirse con buen suceso, pero con un alto nivel de exigencia, por su propensión a las plagas.
Octavio Díaz, también trabajador de la Agrícola El Rosario, propiedad de la familia Coen, explicó que en su segundo año de cultivo de uvas han tenido que “jugárselas” con el invierno, porque la cosecha se adelantó, y precisamente por esas desventuras es que el proyecto sigue un ritmo gradual.
El corte de uvas es realizado en su mayoría por mujeres, contratadas éstas porque se cree que efectúan un trabajo más estético.
Una vez desarrollada la plantación, no se descarta la posibilidad de emplear un mecanismo de almacenaje, igual como lo hacen los países exportadores, preparándose de esta manera para abastecer el mercado en temporada navideña.
En otra área iniciarán la primera plantación de melón orgánico, una variedad cuya actividad libre de químicos inicia desde la misma tierra donde será sembrada, la cual solamente había sido utilizada para encierro de ganado.
Es así que este melón tendrá como componentes aboneros los conocidos compost, algas y otros, al igual que los insecticidas estrictamente orgánicos.
Pero lo más novedoso de esta plantación, será la técnica de cultivo. Tradicionalmente la higuera de melón, es sembrada en surcos sobre el suelo, pero esta parcela contará con postes y un tejido de alambre que dará lugar para que el tallo se enrolle hacia arriba hasta dos metros y las frutas no queden expuestas al suelo, ni a un posible contagio de salmonela.
Pero también, este sistema, permite el aprovechamiento de la producción en mayores rendimientos. La siembra en el suelo, aporta 1 a 1.5 melones por planta, con el método aéreo, se logran 5 a 8 melones, y la razón es muy sencilla: cuando se da el corte de la fruta, el obrero tiende a pisar la floración de las guías para llegar hasta el melón y con ello se reducen las posibilidades de tener un nuevo producto.
Según Coto, el aumento de la eficiencia bajo la modalidad aérea, es de un 35 por ciento, además, la polinización efectuada por las abejas es superior arriba que abajo, con ello las posibilidades de producción aumentan. También el control de plagas y el corte es mucho más factible.
El mercado de melón orgánico, explicó Coto, está listo. A finales de enero se prevé la exportación de la producción generada en 1.5 manzanas que será enviada hacia Canadá.