- Aporte al PIB se redujo seis por ciento este año después de haber crecido 44.4 por ciento en 1999 y 10.3 por ciento en el 2000
- Constructores propondrán un impuesto para fortalecer mantenimiento de carreteras
Gustavo Ortega Campos [email protected]
El sector de la construcción tuvo un año oscuro, la actividad productiva del rubro enfrentó una caída del seis por ciento, reducción equivalente de unos 110 millones de córdobas respecto de los 1,810 millones generados en el 2000, señaló el presidente de la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), Benjamín Lanzas.
De acuerdo con los análisis preliminares realizados por la organización, durante este año el sector construcción aportó el 6.68 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), estimado en 25,472 millones de córdobas. El año pasado había aportado el 7.23 por ciento.
Para Lanzas esta situación fue provocada, principalmente, por la tensión que generó el clima electoral que concluyó con la elección de Enrique Bolaños el pasado cuatro de noviembre.
“Había mucha expectativa por los resultados de las elecciones, la inversión privada se paralizó casi en su totalidad”, indicó.
Esta situación, sumada a la poca participación de las empresas nacionales en las obras públicas, provocó la reducción en casi el 10 por ciento de los trabajadores asegurados, lo que se traduce en el despido de unos 1,316 trabajadores en el sector.
Otro aspecto que destacó el dirigente gremial fue la disminución de los niveles de inversión por el orden del 8.84 por ciento respecto del año 2000, es decir, unos 316 millones de dólares.
Según los cálculos de la CNC, el presupuesto del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) destinado para el programa de inversiones ascenderá a 859.6 millones de córdobas, lo que significa unos 153 millones por encima de lo proyectado para el año que está a punto de concluir.
“Pero de esta proyección el 50 por ciento son proyectos de arrastre, por lo que la inversión real pública estará en unos 400 millones de córdobas”, comentó.
LAS CARRETERAS
Lanzas dijo sentirse preocupado porque mientras el gobierno está reparando las carreteras troncales (principales) con modernos diseños que se traducen en mejor calidad, a un costo de 450,000 dólares por kilómetro, lo cual se respalda, por otro lado se están dejando a un lado los caminos de penetración o ramales, “y por ahí es por donde sale toda la producción nacional”.
Consideró que era urgente renovar el mantenimiento de las carreteras con obras de mayor calidad, “estamos de acuerdo, pero nos preocupa que los programas del gobierno para reparación de caminos se ha venido reduciendo de 200 millones a 80 millones, esto significa tener buenas carreteras troncales, pero al salir de ellas las carreteras ramales son pésimas”.
Tal situación —dijo— será uno de los temas prioritarios a analizar con el titular nominado del MTI, Pedro Solórzano.
NUEVO IMPUESTO
Lanzas criticó el hecho de que en Nicaragua no se ejecuta un programa permanente de mantenimiento de carreteras, actividad que para el 2002 tiene programado un presupuesto de 69.4 millones de córdobas.
“Ahora que llegue el nuevo gobierno vamos a presionar para que el mantenimiento de carreteras sea más efectivo”, apuntó. Una de las propuestas que trasladarán a la nueva administración del MTI es el establecimiento de un impuesto de 10 centavos de dólar por cada galón de combustible que se comercialice.
Según sus cálculos, la CNC considera que con esa tasa se estarían recaudando unos 25 millones de dólares anuales, dinero que sería trasladado al Fondo de Mantenimiento Vial (Fomav).
“Con esto lo que se pretende es que el usuario tenga aseguradas carreteras en estado óptimo, lo que conlleva a evitar el deterioro de los vehículos”, agregó.
Actualmente el Fomav se alimenta de fondos garantizados en el Presupuesto de la República, “pero nosotros creemos que se debe hacer algo más, ojalá que si la propuesta se hace efectiva, el dinero realmente sea usado para el mantenimiento de las carreteras y no para otras cosas de la burocracia estatal”.
MENOS ARENA Y MÁS CEMENTO
Un dato novedoso en las estadísticas facilitadas por la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), es que mientras el consumo de arena se redujo en 67,000 metros cúbicos con respecto al año pasado, el uso de cemento creció en 68,000 bolsas.
Tal situación, según el presidente de la organización, Benjamín Lanzas, se debe a que este año se está utilizando más cemento en las obras viales, “y quizás por las reparaciones de casas, pero de esto último nadie tiene registros oficiales”.
En cambio, el uso de arena ha sido sustituido por el “material cero”, que no es más que la trituración de los desperdicios de materiales de construcción utilizados en las obras (grava).