Heberto Jarquín M.CORRESPONSAL/LAS [email protected]
Estelita Castrillo Tomphson es una anciana de 70 años que trata de reponerse de la pesadilla que le tocó vivir recientemente.
Su calvario comenzó el miércoles cinco de diciembre a las diez de la noche, cuando cinco individuos armados de machete llegaron a su rancho ubicado a unos 500 metros de la comunidad de Betel, a orillas del Río Prinzapolka, y aprovecharon que se encontraba sola para robarle un receptor de radio, único objeto de valor que encontraron.
La anciana relató que, al parecer, los antisociales andaban drogados, y se dispusieron a violarla. “Como opuse resistencia, se pusieron furiosos y me dieron con el filo de sus machetes, causándome cinco heridas en el cuerpo y los brazos”.
La anciana indígena tuvo que esperar toda la noche, hasta que el jueves seis apareció el señor Esteban Paulino Sánchez, que buscó ayuda para sacarla en un bote de remos hacia Alamikamba, donde recibió los primeros auxilios.
PEREGRINAJE TORMENTOSO
El viernes siete, paramédicos de “Acción Médica Cristiana” la llevaron al Centro de Salud de Rosita, de donde la transfirieron al hospitalito de Siuna porque es el único centro asistencial del Triángulo Minero donde hay cirujano, pero no la ingresaron argumentando que no tienen especialidad de ortopedia, por lo que la regresaron a Rosita.
La septuagenaria mískita recorrió 300 kilómetros con el dolor de sus heridas. El periplo duró 72 horas angustiosas en pipante (bote) y en camioneta, hasta que el sábado abordó una avioneta que la llevó a Bilwi. Para su fortuna, pudo identificar a cuatro de los cinco agresores, cuyos nombres entregó a la Policía.