(AFP)
CARACAS.- Los militares venezolanos, que con dos candidatos presidenciales surgidos de sus filas virtualmente coparon el debate electoral, votarán por primera vez este 30 de julio.
Sin cifras oficiales, se estima que podrían votar unos 100,000 uniformados, equivalentes a poco menos del 1% del padrón, cifrado en poco más de 11 millones de personas.
El artículo 330 de la nueva Constitución consagra taxativamente que “los o las integrantes de la fuerza armada nacional en situación de actividad tienen el derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, sin participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político”.
Hasta el advenimiento al poder del presidente Hugo Chávez, en febrero de 1958, en Venezuela era una doctrina el veto al voto de los militares, que conformaban una fuerza no deliberante y obediente al poder civil de la nación.
Tras una accidentada vida republicana, que incluyó la guerra federal de fines del siglo XIX, largas dictaduras y golpes de Estado, Venezuela encontró estabilidad institucional con la instauración de la actual era democrática en 1958, tras la caída de la última dictadura, del general Marcos Pérez Jiménez.
Paradójicamente, los militares votarán por primera vez cuando se disputan la presidencia dos tenientes coroneles del ejército dados de baja por una intentona golpista en 1992: el presidente Hugo Chávez y su otrora lugarteniente del alzamiento, Francisco Arias Cárdenas.
El domingo, Venezuela se unirá al club de países latinoamericanos en que los militares votan: Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, México, Cuba (los militares votan y pueden ser votados), Nicaragua y El Salvador. En cambio, el veto al voto militar se mantiene en Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador, socios de Venezuela en la Comunidad Andina de Naciones (CAN). En Centroamérica, Costa Rica no tiene fuerzas armadas y está prohibido el voto militar en Guatemala y Honduras.