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Doña Irinea Mejía es velada en su casa frente a la parroquia de la comunidad de El Carrizo. LA PRENSA/O. Navarrete

Fallece Irinea Mejía Cruz, quien reclamó justicia en el asesinato de sus dos hijos y su esposo por turbas sandinistas

El 8 de noviembre de 2011 turbas sandinistas masacraron a tres miembros de su familia en El Carrizo, Madriz

A medio día de este sábado falleció Irinea Mejía Cruz, quien reclamó justicia al gobierno después que turbas sandinistas asesinaron cruelmente a dos de sus hijos y su esposo en la masacre ocurrida la medianoche del 8 de noviembre del 2011 en la comunidad indígena El Carrizo, San José de Cusmapa, Madriz.

Doña Irinea, quien tenía 73 años, falleció por problemas crónicos, comentaron sus dos hijos, sobrevivientes de aquella masacre días después de las elecciones municipales, donde turbas sandinistas lideradas por el entonces Secretario Político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de ese municipio, José de Jesús (Jersan) Herrera Zepeda, el exdelegado del Consejo Electoral Municipal (CEM), Eusebio Cruz Montenegro, y el exjefe de la Policía Orteguista (PO) de esta misma localidad, el exsubcomisionado Elvin de Jesús López, y varios policías más, llegaron con armas de fuego y dispararon en contra de los miembros de esta familia.

“Mi madre sufrió mucho la muerte de mi padre y de mis dos hermanos y ya no se recuperaba, su situación comenzó a agravarse más en estos últimos dos meses debido a padecimientos crónicos de salud que al final terminaron venciéndola al mediodía de este sábado”, manifestó su hijo José Moisés Mejía Cruz.

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Esta noche es velada en su casa frente a la parroquia de la comunidad de El Carrizo, “mañana la estaremos sepultando en el mismo lugar donde fueron enterrados los restos de mi padre José Mercedes Torres Pérez y mis dos hermanos Elmer Liborio y Josué Sael de aquí del cementerio”, agregó José Moisés, quien junto a José Francisco (Amílcar) están encargados del velorio de su madre.

Impunidad y premios a los asesinos

Por esos hechos ocurridos el 8 de noviembre del 2011, los principales involucrados que lideraron la masacre de la familia de doña Irinea Mejía Cruz, Jesús (Jersan) Herrera Zepeda, Eusebio Cruz Montenegro y Elvin de Jesús López fueron condenados apenas a tres años y medio de cárcel por el entonces Juez de Distrito Penal de Juicio del departamento de Madriz, el Judicial Erick Laguna Averruz, pero estos cumplieron sus condenas en las celdas preventivas de la Policía Orteguista (PO) de la ciudad de Somoto, donde todo el tiempo gozaron de muchos privilegios. No fueron condenados por asesinato, sino por homicidio.

Tanto Jesús (Jersan) Herrera Zepeda y Eusebio Cruz Montenegro se mantiene activos en su militancia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el municipio indígena de San José de Cusmapa, donde continúan ocupando cargos importantes dentro de algunas instituciones del estado, mientras que el excomisionado Elvin de Jesús López ejerce la profesión de abogado y notario público en la ciudad de Somoto, cabecera del departamento de Madriz.

Don José Mercedes Torres Pérez, de 65 años, y sus dos hijos, Elmer Liborio, de 39, y Josué Sael, de 23 años, habían participado, días antes de ser asesinados, en manifestaciones en el poblado de Cusmapa, donde reclamaban sus cédulas de identidad frente al Concejo Electoral Municipal de esta localidad.

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“Seguimos cargando la cruz del dolor y el sufrimiento por la pérdida de mi esposo y mis dos hijos, a quienes seguiremos recordando año con año hasta que Dios decida cuando también debo partir para unirme en el camino a ellos”, decía siempre que se le entrevistaba doña Irinea Mejía Cruz, quien mantenía frescos los recuerdos de la noche en que bajo las tinieblas fueron asesinados sus tres seres queridos.

Tanto la abogada opositora Claudia Marieta Medina, como el doctor José Armando Herrera Maradiaga, lamentaron mucho la muerte de doña Irinea Mejía Cruz, mientras otros ciudadanos esperan organizar una colecta para ayudarle con los gastos fúnebres a esta sufrida familia campesina de El Carrizo.

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