Dos años y medio de recesión económica, aunado a la crisis sanitaria, han generado una estrepitosa caída tanto en las ventas como en el precio de la tierra, las casas y los vehículos. La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) estima que el primer semestre del 2020 hubo un decrecimiento en la demanda de bienes raíces en un 55 por ciento y eso se mantendrá en lo que resta del año.
Funides explica que esta caída en la demanda se debe primero al temor que hay del contagio al Covid-19, de tal manera que las propiedades no están siendo mostradas, y segundo porque no están ingresando turistas por la paralización de los viajes, ya que estos eran uno de los principales compradores.
Pero además el organismo en su informe “Situación y Perspectivas del Sector Comercio y Servicios” indica que la contracción de la economía está obligando a las familias a ahorrar, de manera que ahora se rentan propiedades más pequeñas y la ocupación habitacional es multigeneracional, en pocas palabras los hijos han regresado a vivir con sus padres.
Albino González, tesorero de la Cámara Nicaragüense de Valuadores (Caniv), explica que en este momento no hay perspectiva de mejoras en el sector, puesto que todo depende de la apertura comercial internacional y cómo se maneje la pandemia.
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“Los proyectos de urbanización posiblemente sí coinciden con el número de Funides, porque esa actividad se paralizó, con excepción de los proyectos de interés social; ese segmento no está vendiendo como debería, pero no se ha paralizado”, dijo González.
Más oferta que demanda
González también dio a conocer que en cuanto a la actividad inmobiliaria entre particulares, es decir gente que tiene de venta casas ya construidas en diferentes partes del país, “se ve que hay bastante movimiento y hay más oferta que demanda. Por ejemplo, si te vas a buscar una casa a Las Colinas, de una encontrás diez en venta”.
Para el economista y catedrático Luis Murillo, el hecho de que haya más oferta que demanda en bienes raíces hace que el precio de las propiedades baje.
Murillo estima que el precio de las propiedades ha caído entre un treinta y cincuenta por ciento, por lo que recomienda a la gente esperar un tiempo para que estas vuelvan a recuperar su valor.
El catedrático indica que por el contrario, quienes tienen los recursos económicos deben aprovechar para comprar porque es una forma de adquirir bienes a un buen precio.
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“El que tiene dinero ahorrado es tiempo de comprar algún tipo de bien inmueble, porque están más baratos, mientras que vender ahorita es casi imposible porque la gente no tiene dinero y el mercado está prácticamente caído”, dijo.
Por su parte González considera que el precio de bienes inmuebles bajó lo que tenía que bajar en el 2018.
“Cuando hay mucha oferta y poca demanda se le conoce mercado de compradores. Yo creo que el valor no se ha deteriorado más porque ya nosotros habíamos sentido un bajón en el 2018 y 2019, de un 25 al 30 por ciento y a partir de este año que pareció que la actividad se iba a dinamizar luego cayó la pandemia, pero se pudiera decir que la pandemia vino a detener los precios, porque ya no siguieron bajando”, sostuvo González.
El valuador indica que realmente las propiedades que más han bajado son las de alto poder adquisitivo, mientras que las de clase media y media baja, su precio se ha mantenido.
“Como te digo, hay un mercado de compradores, vos tenés en venta una casa pero dependiendo de tu necesidad, el comprador es el que dice te ofrezco tanto y si vos estás necesitado vas a tener que aceptar la oferta”, añadió.
Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicio de Nicaragua (CCSN), expresó que este tiempo se ha caracterizado por compradores que buscan propiedades por debajo de su valor real.
“El valor ha bajado un treinta por ciento, se está vendiendo porque hay oportunidades de comprar bien, porque hay gente que vende en busca de liquidez para invertir o para llevarse su dinero fuera”, dijo Hilleprandt.
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Sector afectado desde las invasiones de tierra
Por otra parte el valuador Javier García explica que en el 2018 el primer detonante que afectó al sector fueron las invasiones de tierras, lo que causó inseguridad jurídica y por ende muchos compradores que ya tenían garantizado se echaron para atrás y el sector se paralizó.
García comentó que la toma de tierras se detuvo, pero el sector no logró levantar cabeza, y desde entonces quienes se dedicaban a este negocio tuvieron que buscar otras fuentes de ingreso.
Sin financiamiento de la banca
Por otra parte, Luis Murillo explicó que el sector también se ha visto afectado por la escasez de financiamiento.
“Tanto la venta de carro como de casa y propiedades se financian con los bancos, pero desde el año pasado el crédito ha sido restringido, es decir que ahorita solo podés comprar de contado”, dijo Murillo.
De hecho, datos de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) revelan que entre enero y julio de este año la cartera de crédito bruta del sistema bancario se había contraído en 245 millones de dólares.