Del 16 de junio a la fecha al menos diez personas han perdido la vida en el territorio nicaragüense por actividades o situaciones asociadas a las lluvias. Esta cifra alarma al Centro Humboldt al superar la registrada en el mismo periodo de tiempo de 2019 y sin entrar todavía a los meses de precipitaciones copiosas y de mayor peligro, como son septiembre y octubre.
Agustín Moreira, agrometeorólogo del Centro Humboldt, aseguró que las muertes son producto de la imprudencia de las personas porque siempre se recomienda resguardarse, no acercarse a zonas peligrosas como cauces y también de abstenerse a cruzar ríos y quebradas, que son acciones temerarias o que, en palabras del especialista, “es de creerse Supermán”.
“La gente sabe que con este tipo de características de lluvias que vienen descargas eléctricas e inundaciones hay que guardar refugio, pero no lo hace. Siempre tienen la imprudencia de cruzar cauces, ríos y quebradas y el resultado es que perdemos vidas humanas y hay daños materiales. Hay una falta de responsabilidad, no es por ignorancia”, señaló Moreira.
El primer fallecido en la temporada lluviosa del 2020 fue el pescador Ted Richard Valenzuela. Tenía 40 años de edad y murió luego de caerle un rayo cuando empezaba la pesca artesanal junto a tres personas más. Exactamente un mes después el infortunado sería Pedro Espinoza, en Somotillo, Chinandega; y cinco días después, el 21 de julio, moriría también por descarga eléctrica Allan Jiménez Rugama, de 38 años. Él se encontraba a 30 millas naúticas del puerto de San Juan del Sur.
Abdel García, especialista en gestión de riesgo, puntualizó sobre las muertes por descargas eléctricas. A su juicio existe un nivel de exposición de las personas y esto incrementa la posibilidad de que ocurra una tragedia. “No es milagroso que te caiga un rayo encima pero tampoco es mala suerte. Si leemos las noticias vemos que estaban lavando al momento de la tormenta, andan arriando ganado o están a la intemperie. Hay un nivel de exposición de la gente”, acusó.
Cinco muertes en cinco días
En la última semana, que abarca del 18 al 22 de agosto, hubo cinco muertes asociadas a los aguaceros. El 18 de este mes perdió la vida Adriana Romero de 25 años. Lavaba los pañales de su bebé de 18 meses de nacido cuando fue alcanzada por un rayo. Dos días después le tocó a Kevin Castillo, de 19 años, cuando intentó cruzar una quebrada a bordo de su motocicleta en San Juan del Sur y fue arrastrado por las corrientes provocadas por las lluvias. Al siguiente día murieron Griffel Landero, de 24 años y que se ahogó en el río Sapoá; y Aarón Chavarría, de 11 años, tras caer a un cauce en el barrio Andrés Castro.
De los registrados por LA PRENSA, el último fue Ariel Pérez, de 30 años. Falleció al intentar pasarse un río en Yalí Jinotega, el pasado sábado 22 de agosto, pese a que la recomendación es esperar que baje el caudal.
“Este año hemos tenido un reputen fuerte porque vemos que iniciamos un periodo lluvioso, porque hemos tenido un periodo más seco, pero hay más imprudencia de parte de la gente. “Solo por carga eléctrica nosotros en Centro Humboldt manejamos que van seis”.
Para esta semana el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) pronostica lluvias dispersas y ligeras en algunas partes del territorio nacional para la tarde y noche; no obstante, Moreira y García siempre recomiendan poner en práctica las medidas de prevención.