La familia Blandón Herrera espera que el próximo 27 de agosto el cuerpo de Eleazar Blandón, el migrante nicaragüense que murió tras sufrir un golpe calor en España, llegue al país para darle el último adiós y una cristiana sepultura en su ciudad natal de Jinotega. Primeramente la familia tenía previsto que vendría este 18 de agosto pero esa fecha fue descartada por no haber disponibilidad de vuelo debido a la pandemia del Covid-19.
“En el nombre de Dios esperamos que esta vez sí sea verdad”, dijo Karla Blandón, hermana del fallecido, quien compartió que la cancelación de la primera fecha de repatriación fue frustrante para toda la familia porque estaban expectantes a los preparativos de la vela.
Ana Blandón, también hermana de Eleazar y quien se encuentra en España, dijo al medio Despacho 505 que este lunes recibió la llamada del embajador de Nicaragua en ese país para confirmarle que el vuelo estaba listo para el 27 de agosto.
Eleazar Blandón, 41 años, murió el pasado 1 de agosto por no recibir atención inmediata luego de sufrir un golpe de calor en una plantación de sandías, donde trabajaba en Murcia, España. Las jornadas laborales del nicaragüense sumaban hasta 12 horas diarias, bajo temperaturas promedio de 44°C y sin poder beber agua.
Ana Blandón también expresó al medio Despacho 505 que el pasado 10 de agosto el Instituto de Medicinal Legal de Murcia le permitió reconocer el cuerpo de su hermano. Anteriormente no lo había podido ver por protocolo de medidas de seguridad contra el Covid-19 y porque uno de los requisitos era que el familiar contara con los servicios de una funeraria.
Preparados para vela
Karla Blandón manifestó que están preparándose para la misa y vela que le realizarán en casa de sus hijos, puesto que su hermano era muy querido en Jinotega. “Todo mundo ha estado muy pendiente y apoyando. Nos hemos sentido muy apoyados y acompañados de las oraciones de todas las iglesias, católicos y evangélicos”, dijo agradecida Ana.
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La muerte de Eleazar Blandón ocupó los titulares tanto de medios de comunicación independientes de Nicaragua como de España. El gobierno español se ofreció para agilizar los trámites administrativos y así la familia pudiera repatriar lo más pronto posible el cuerpo del nicaragüense; mientras que en Jinotega se realizó una colecta para ayudar a cubrir los gastos de la repatriación.