Vestir "un Shantall"

Reportaje - 17.10.2010
Shantall Lacayo

Desde niña soñó con ser una grande de la moda y poco a poco ha ido caminando sobre ese sueño. Ésta es la historia de Shantall Lacayo, una muchacha que con esfuerzo se abre campo en el mundo de la moda. Por ahora se ha ganado un espacio en el famoso programa Project Runway Latinoamérica

Dora Luz Romero

Había una vez una niña de ojitos verdes, coqueta y con una sonrisa grande que soñaba con ser una diseñadora de modas reconocida alrededor del mundo. Empezó haciendo vestidos para sus barbies, luego para sus amigas del colegio y de la universidad. Los años pasaron y pronto esa chiquilina se había convertido en una mujer, se había convertido en una diseñadora conocida dentro del país. Pero eso no era suficiente.

Shantall Lacayo no es de esas mujeres que se conforman, que titubean, que dudan. Así lo dicen quienes la conocen. Con 26 años encima, esta diseñadora nicaragüense no se ha detenido ni un solo instante. Camina sobre esa pista, a veces pedregosa, que está convencida la llevará a cumplir con la meta.

Hace poco más de dos años, Shantall decidió viajar a Buenos Aires, Argentina, para desarrollarse como diseñadora. Ahí, en Buenos Aires, esa ciudad cosmopolita, donde se vive a la vanguardia de la moda, estudiaría diseño de modas, la carrera que no pudo cursar en Nicaragua.

Hace algunos meses, estando en el país del sur, la vida de Shantall dio un giro radical. Abrió la convocatoria para aquéllos que quisieran participar en la primera temporada de Project Runway Latinoamérica, un reality show donde diseñadores de América Latina se disputan el primer lugar y así abrirse campo en el mundo de la moda. Shantall aplicó y resultó ser una de las 15 finalistas para el programa.

En el show, los participantes compiten para crear el mejor vestuario, el cual posteriormente es presentado ante un jurado, quien evalúa y elimina a un participante por semana. Han eliminado a uno, dos... cinco diseñadores y Shantall sigue en la competencia y con paso firme. Hasta ahora ha sido la única participante que ha ganado dos desafíos. Pero, ¿quién es esta muchacha que ahora vemos en televisión todos los lunes por la noche? Su madre, amigos y colegas hablan.

FOTOS DE ARCHIVO/CORTESÍA
Shantall Lacayo inauguró un atelier en Buenos Aires, Argentina, en el 2009. Su madre explica que lo abre sábado de por medio. Además vende sus diseños en Nicaragua.

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Un par de ojos verdosos, grandes y redondos, parecieran observar a Lauren Lacayo, la mamá de Shantall. Parecen ver esa gota de sudor que cuelga de su frente. La mirada de esa pequeña de piel morena que fue pintada al óleo penetra y llama la atención de cualquiera. Ése es uno de los tantos cuadros que adornan, mientras no los venda, la casa galería de Lacayo.
Sentada detrás de su escritorio y con un vaso de gaseosa que calma su sed, esta mujer conversa con orgullo de su hija mayor.

Shantall nació el 4 de mayo de 1984 y hasta los trece años fue hija única. A esa edad nació su hermanita llamada Francesca.

De niña –recuerda su madre– confeccionaba trajes para sus muñecos y para sus barbies. Y siempre repetía lo que quería ser cuando fuera grande. “Mamá, yo voy a ser una diseñadora famosa”, le decía y esa frase aún resuena en la memoria de Lacayo, a quien le tocó ser padre y madre a la vez.

Era una niña extrovertida, cuenta. Le gustaba el baile. El teatro. Y todo lo que tuviera que ver con escenarios. Fue candidata a Reina del Carnaval en el 2004, pero perdió. Al año siguiente, fue candidata a Miss Nicaragua. También perdió. Únicamente recibió el premio al “Mejor Rostro”. Ese mismo año, en el 2005, participó en el Reinado de la UAM donde se llevó la corona. Shantall además fue parte de la Compañía de Jazz de Nicaragua y de adolescente era el centro de atención en las discotecas. No sólo por su vestuario extravagante, sino por sus destrezas al bailar.

Pero toda su vida estuvo ligada a la creación y confección de vestuario. Tanto así que cuando tenía siete años, su abuelita, le regaló su primera máquina de coser.

Estudió su primaria en el colegio Caminos, ése que queda cerca de su casa en Villa Fontana. Se graduó de secundaria en el Colegio Teresiano. “Siempre fue buenísima alumna. Estudiaba y se esforzaba mucho para mantener su beca porque nosotros pasamos muchas dificultades económicas, pero ella siempre intentaba apoyarme. Siempre fue muy madura, nunca me exigió nada”, asegura Lacayo.

Pero cuando Shantall recién se graduó de secundaria, no estaba segura qué haría de su vida. En el país no existía la carrera que ella quería: Diseño de Modas, así que optó por estudiar Mercadeo y Publicidad en la Universidad Americana (UAM) donde también fue becada.

Javiera León, una compañera de clases de esa época, la recuerda como una muchacha esforzada, estudiosa y muy participativa. Pero además era a quien recurrían cuando les tocaba ir a alguna fiesta, cóctel o cualquier actividad. “Éramos sus primeras clientas. Le pedíamos rebaja o crédito”, cuenta. En ese entonces, el grupo de Shantall siempre debía hacer los trabajos en su casa. Ella siempre tenía clientas que tallar, dice León.

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Shantall iba en busca de su sueño. Hace poco más de dos años, después de terminar sus estudios en Mercadeo y Publicidad, armó sus maletas y tomó un avión rumbo a Buenos Aires, Argentina, para continuar su carrera como diseñadora. “Cuando ella salió de la universidad estaba como en el aire y se alborotó con una amiga, me decía que se iría a Buenos Aires”, dice su madre.

En el país ya había realizado varios desfiles para presentar sus colecciones y en su casa había inaugurado una tienda donde vendía sus creaciones. Era tiempo para continuar.

La amiga con la que iría al país del sur canceló su viaje, pero a estas alturas Shantall estaba decidida. “Mamá me voy sola”, le dijo. Y su madre se fue con ella. Los boletos –recuerda con una sonrisa contagiosa– lograron comprarlos reuniendo puntos y millas. No conocían ni una sola persona en Buenos Aires, pero al final partieron. “Yo siempre la sigo porque creo en ella, creo en lo que hace. Confío en ella. Estuvimos un mes buscando apartamentos, legalizando papeles, buscando escuela. Después yo me regresé y ella se quedó”, cuenta.

Shantall entró a estudiar diseño a la Escuela Argentina de la Moda. No podían costearse una universidad, destaca su madre.

“Nosotros hemos sido bien unidas. Separarme de ella es un sacrificio y para ella también lo es. Ella dice que yo soy su pilar y ella es el mío”, afirma. En sus clases, Shantall aprendió a coser. En Nicaragua, ésa era una de sus grandes debilidades. Diseñaba, pero tenía dos, a veces tres costureras, trabajando para ella. Pero llegada a Buenos Aires tuvo que hacerlo. “No tenía para pagarle a una costurera y además ella quería aprender bien y perfeccionar”, asegura su madre.

Pero a pesar de las limitaciones económicas Shantall sabía a lo que llegaba: abrirse camino como diseñadora. Y no tenía dudas. En una entrevista que dio a magazine en el 2007, dijo que ser diseñadora era su destino. Cuando se le preguntó si creía que podía vivir de eso, sin siquiera pensarlo dijo: “No pestañeo del éxito que tendré”.

FOTOS DE ARCHIVO/CORTESÍA
En el programa Project Runway Latinoamérica las creaciones de la diseñadora nicaragüense han sido motivo de elogios.

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No ha sido una la vez que las personas se han detenido a verla por el tipo de vestuario que lleva puesto. Desde chiquita –dice su mamá– ha creado sus propios trajes, los que define como extravagantes, diferentes y raros. No es nada extraño verla con un pedazo de tela que haga de camisa sujetado por nudos y gacillas. Pero a Shantall nada de eso pareciera importarle. Hay lugares que la ven como loc –confesó en esa entrevista– pero eso era lo de menos porque “yo me visto a como me siento cómoda”.

Su propuesta de moda –expresó en aquel momento– es atrevida, extravagante e incluso alocada. Aunque en una entrevista publicada en el sitio web quien.com, Shantall, describió su estilo como “futurista, de esencia latina, femenino, sexy y artístico”.

Vicente Castellón, quien ha crecido a la par de Shantall y otros dos jóvenes diseñadores: Kelly Molina y Jessenia Velásquez, sin titubear asegura que ella es una de las mejores diseñadoras del país. “Es una mujer emprendedora, luchadora, creativa. Es una niña alegre, no importa lo que pase, ella siempre levanta la cara y le dice al viento: bueno Shantall hay que levantarse. Es una mujer admirable”, reconoce.

Por su parte, Kelly Molina asegura que “es una mujer que rompe esquemas. Súper osada. Su imaginación no tiene límites”. Una de sus amigas y modelos predilectas, Xiomara Blandino, confiesa que le encantan sus creaciones. “Cuando uso sus diseños me siento muy femenina. Me he llegado a sentir desde una sirena hasta Jackie Kennedy”, confiesa la Miss Nicaragua 2007.

Mamáaaaaaaa –se escuchó un grito al otro lado de la línea.

La voz ronca continuó.

—Quedé seleccionada.

Era Shantall quien llamaba a su mamá, Lauren Lacayo, para darle las buenas noticias. Su mamá no se pudo contener y gritó junto a ella. Shantall había quedado clasificada dentro de las 15 finalistas para participar en la primera temporada del programa Project Runway Latinoamérica.

Estaba en la Escuela Argentina de la Moda cuando se enteró de la convocatoria. Se postuló y quince días después le dijeron que se presentara para una entrevista y con una modelo que vistiera uno de sus diseños. “A la modelo que llevó le tuvo que pagar con ropa porque allá es carísimo. Me dijo que le había ido muy bien y que les había gustado su vestido”, cuenta Lacayo.

Días más tarde la llamaron dándole la buena noticia. “Creo que Dios la vino preparando. No sabía coser y estando allá aprendió”, piensa su mamá.

Pero antes de quedar en Project Runway, Shantall había pasado por un momento de duda. En la escuela donde estudiaba había habido un concurso y ella no ganó. “¿Mamá será que soy mala?”, le preguntó a doña Lauren Lacayo por teléfono. “No Shantall. Vos podés amorcito. Vos sos creativa. Dios te tiene preparado algo más grande”, le animó.

Project Runway –dice Lacayo– ha sido eso grande que esperaban. Ésta ha sido la oportunidad que su hija ha estado esperando durante años, asegura.

—¿Y qué le ha dicho ella?

—Dice que está cansadísima, pero que es la oportunidad de su vida. Dice que el trabajo es desde tempranito hasta la madrugada. Que medio come, medio duerme, pero que está feliz. Que está realizada.

—¿Hablan seguido?

—No. Sólo la dejan que me llame como tres minutos por semana. Usualmente lo hace los sábados o los domingos.

Los diseños de Shantall han tenido buena acogida entre el jurado del reality show. Hasta hoy, ha sido la única participante que ha ganado dos desafíos. “Innovador y arriesgado”, “Veo a Shantall como diseñadora en este vestido es muy comercial y por esto te felicito”, “Arriesga con su bordado en la prenda y un escote interesante...”, “Es una diseñadora muy versátil”, han sido algunos de los elogios que ha recibido la nicaragüense. “He ganado dos retos diferentes, pero sigo peleando para ganarlo de nuevo”, dijo en el último programa.

Shantall sigue el camino que la lleva a ese sueño que tiene desde niña. Lo ha dicho en varias ocasiones, imagina ese momento donde las personas lleguen a las tiendas y puedan decir: “Ahí está Dior, ahí Chanel y ahí Shantall”.

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Shantall Lacayo es graduada en Mercadeo y Publicidad. Luego viajó a Argentina para estudiar Diseño de Modas.

 

¿Qué opinan sobre el desempeño de Shantall en Project Runway?

Diseñador Vicente Castellón.

Su desempeño me tiene sorprendido, en el buen sentido. Pensé: Shantall está participando con diseñadores de talla internacional. Estará dura la competencia. Pero no. En buen nica diría que se los echó a la bolsa. Tiene todo para ganar, sabe enfocarse y concentrarse en el objetivo. Shantall está dando la cara por el rubro de la moda nicaragüense.

Diseñadora Blanca Jackman

Yo estoy encantada. Esa chavala tiene un potencial tremendo. Creo que llegará alto. Yo veo el programa todos los lunes religiosamente, definitivamente soy admiradora de ella.

 

Diseñador Kelly Molina

Me he quedado asustado como se ha desempeñado. Al comienzo me parece que tenía miedo que la atacaran o tal vez de no dar la talla. Pero es increíble ver los acabados que tiene ahora en los vestidos. Me he hecho fan de ella y creo que hará un buen papel. No nos asustemos cuando el primer Project Runway Latinoamérica lo gane una nica.

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