Oficialmente, solo dos casas presidenciales ha tenido Nicaragua desde que es una nación independiente. La primera la destruyó el terremoto de 1972. La segunda la rechazó el actual dictador Daniel Ortega. Conozca dónde han residido y despachado los presidentes
Por Eduardo Cruz
En la Managua de los años 1820 existía una casa de dos pisos con techo artesonado, cubierto de tejas, con grandes corredores elevados a dos varas de altura y orientados hacia la calle, frente a la esquina opuesta de la parroquia Santiago, cuenta el historiador Eddy Kühl.
Le llamaban la Casa de Alto y el primer director de Estado que tuvo Nicaragua, Manuel Antonio de la Cerda, la usó como casa de gobierno.
Estaba ubicada, según un dibujo de Kühl, exactamente donde está construido el Palacio Nacional o de la Cultura, como se le llama hoy.

Esa casa podría considerarse como la primera Casa Presidencial que tuvo Nicaragua, después de la Independencia de España, ya que fue usada también como casa de gobierno por otros mandatarios de Nicaragua, incluidos todos los presidentes de los llamados 30 años conservadores, empezando por Tomás Martínez, hasta Roberto Sacasa.
El general José Santos Zelaya no quiso despachar desde la Casa de Alto. Posteriormente, Zelaya construiría su propia Casa Presidencial que sería utilizada también por presidentes subsiguientes, como Adolfo Díaz, hasta que en 1929 José María Moncada construyó la Casa Presidencial en la loma de Tiscapa.
La casa Número Uno
José Santos Zelaya tenía sus oficinas de presidente en una casa que estaba frente a la Casa de Alto, en los alrededores de la parroquia San Sebastián, que es donde ahora se encuentra la antigua Catedral de Managua, explica el historiador de Managua Gratus Haltermeyer.
Esa casa estaba ubicada exactamente donde después se aparcaban los carros frente a la Catedral vieja, en la Plaza de la República, después llamada de la Revolución.

Cuando Zelaya construye el Campo de Marte, al pie de la loma de Tiscapa, edifica también ahí la casa a la que llamó Número Uno y allí estableció la Casa Presidencial. Algunos historiadores ubican el terreno de esa casa en el lugar donde después se construyó el Banco de América, la torre que no cayó con el terremoto de 1972 y que hoy sirve de oficinas de la Asamblea Nacional.
La Casa Número Uno, también llamada en su momento Casa Blanca, fue construida por el ingeniero italiano Napoleón Re, quien murió en el terremoto de 1931.
Esa casa sirvió como residencia presidencial a algunos mandatarios que sucedieron a Zelaya, como Adolfo Díaz y José María Moncada.
La Casa Presidencial de la loma de Tiscapa
A pesar de que la Casa de Alto y la Casa Número Uno fueron utilizadas como casa de gobierno por varios presidentes, en Nicaragua no existía una Casa Presidencial construida específicamente como tal. Fue Moncada quien decidió construir una casa especial para los presidentes, en la Loma de Tiscapa.
Moncada solicitó a una firma arquitectónica de los Estados Unidos las trazas de un gran palacio —explicó el escritor Eduardo Pérez Valle—, y le encargó al arquitecto italiano Mario Favilli que construyera un puesto de guardia a la entrada de lo que sería la Casa Presidencial.
Según Pérez Valle, Favilli trazó el edificio del puesto de guardia adoptando los ventanales ajimezados de la arquitectura arábiga. Los ventanales de arcos túmidos imprimieron al edificio un marcado sello morisco. Una amplia escalinata conducía al saliente del cuerpo central, una galería exterior coronada en la fachada por tres arcos traspasados. Sobre el ático de este cuerpo, dos leones echados, con la esfera del mundo entre sus garras, custodiando las insignias patrias: escudo y bandera. El primero en relieve sobre el arco central; la segunda en su asta, enclavada en el pináculo del edificio. Los cubos laterales, con ventanales de ajimez, tenían adosados sendos cuerpos de planta semicircular de muy gracioso aspecto.

Al final, el historiador explica que a Moncada le pareció demasiado bueno el edificio para ser puesto de guardia y le parecieron caros los planos enviados desde Estados Unidos para la Casa Presidencial, cinco mil dólares, que al final decidió destinar el puesto de guardia como Casa Presidencial. Le ordenó a Favilli que ampliara el edificio agregando dos extensas alas en la parte posterior, donde pudieran ubicarse cuantas dependencias hacían falta en el trazado original.
Después se le colocaron unos azulejos de excelente calidad que estaban destinados originalmente para el Palacio Nacional y Moncada inauguró la Casa Presidencial el 4 de enero de 1931.
El terremoto de marzo 1931 la partió en dos. Fue hasta varios años después que se reparó la Casa Presidencial.
Pérez Valle señala que contiguo al ala oriental se construyó un extenso edificio que ocuparon las oficinas de las diversas secretarías: Privada y de la Presidencia; en la parte alta: de Información y Prensa, Militar, Oficina de Seguridad y Oficina de Correspondencia Telegráfica, en la planta baja. Aquí también se hallaban los archivos principales de todas las dependencias. Se construyó, asimismo, separado del conjunto principal, un alojamiento con suficiente capacidad para la Guardia Presidencial y las oficinas correspondientes.
Fueron 11 presidentes los que despacharon desde Casa Presidencial entre 1931 y 1972: José María Moncada, Juan Bautista Sacasa, Carlos Brenes Jarquín, Anastasio Somoza García, Leonardo Argüello, Benjamín Lacayo Sacasa, Víctor M. Román y Reyes, Luis Somoza Debayle, René Schick Gutiérrez, Lorenzo Guerrero y Anastasio Somoza Debayle.
El terremoto partió con una enorme falla la loma de Tiscapa y dejó inhabitable la Casa Presidencial.
Después del terremoto, Anastasio Somoza Debayle no era el presidente de la República, sino que había un triunvirato, pero Somoza Debayle aprovechó la crisis para elegirse de nuevo en 1974 y habitaba en la hacienda El Retiro, en una casa ubicada donde actualmente son las oficinas del Instituto Nicaragüense de Deportes (IND), de plaza España hacia el sur.

Somoza Debayle instaló sus oficinas en el búnker, ubicado en la Loma de Tiscapa y que era una fortaleza. De ahí salió Somoza el 17 de julio de 1979, cuando huyó de Nicaragua derrocado. Se trata de un edificio de una sola planta con numerosas habitaciones, una sala amplia, comedor, cocina, un espacioso dormitorio que era ocupado por Somoza con un moderno gimnasio y su lujoso baño con tina de hidromasajes.
Eduardo Galeano describió que el búnker era una estructura de acero a prueba de sonidos, un gran ataúd forrado de terciopelo donde no se escucha la lluvia, ni los gritos ni los tiros. El garaje estaba al lado del dormitorio de Somoza y los baños tenían teléfono. Abundaban las plantas de plástico y los espejos.
Los años ochenta
Después del triunfo de la revolución sandinista, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional comenzó a buscar casa de gobierno. Doña Violeta Barrios de Chamorro cuenta que primero descartaron el búnker de Somoza.
También descartaron la sede del Banco Nacional, construida en 1914 por Adolfo Díaz. Este es el edificio donde hoy funciona el plenario de la Asamblea Nacional.
Escogieron finalmente el edificio del Banco Central de Nicaragua, que está a la par del antiguo Banco Nacional, donde hoy es la oficina de la Secretaría de la Presidencia, donde atendía el recién fallecido Paul Oquist. Moisés Hassan recuerda que las oficinas de la Junta de Gobierno estaban en el cuarto y último piso.
Después, cuando Daniel Ortega llegó a la Presidencia en 1984, continuó ocupando el mismo edificio del Banco Central como casa de gobierno.

La residencia de Daniel Ortega está ubicada en el reparto El Carmen y la obtuvo mediante las confiscaciones que los sandinistas realizaron en 1979 a la familia Somoza y sus allegados.
La casa era de Jaime Morales Carazo, banquero somocista, quien se fue al exilio en los años 80 y regresó a Nicaragua en los 90. Fue asesor del presidente Arnoldo Alemán y le llamaban el Padrino.
Curiosamente, en 2006 fue fórmula presidencial de Daniel Ortega y ganaron.
Zoilamérica Ortega, hijastra de Ortega e hija biológica de Rosario Murillo, detalló en una entrevista con Gioconda Belli su llegada a la casa de Jaime Morales Carazo:
“En la casa de don Jaime Morales yo me sentía como en el cuento de la Ricitos de Oro y los Tres Ositos. Dio la casualidad que don Jaime tenía dos hijos varones y una mujer. Llegamos a la casa de don Jaime y el cuarto de la muchacha, que pasó a ser mi cuarto, estaba tal y como ella lo había dejado, con un tocador lindísimo. Era un cuarto alfombrado, con un closet enorme, una sobrecama linda de cuadritos celestes, el closet lleno de ropa, blue jeans de marca, abría las gavetas y estaban los cosméticos, las pulseras, los relojes, todo. Y yo preguntaba ¿y podemos tocar? Recuerdo que viví con las cosas de la muchacha y jugué con sus cosas hasta que a los 15 días llegaron de parte de don Jaime a llevárselas”.

La casa de doña Violeta
En abril de 1990, la nueva presidenta Violeta Barrios de Chamorro encontró en ruinas la casa de gobierno, la misma que ella había ocupado cuando fue miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN) en 1979.
Con donaciones y apoyo de diversas fuentes la equipó de nuevo con muebles de oficina y otros.
Barrios de Chamorro ha vivido desde 1963 hasta hoy en el reparto Las Palmas. Ella cuenta en su libro que adquirió primero el terreno en 1956, pero la construcción de la casa se postergó debido al asesinato de Anastasio Somoza García y la persecución que sufrió su esposo Pedro Joaquín Chamorro por ese hecho.
Se trasladaron a vivir a Las Palmas hasta 1963. La casa tiene una superficie de siete mil pies cuadrados, incluyendo el jardín y está rodeada por un muro. Tiene cuatro habitaciones y cuartos para empleadas. Después construyeron un apartamento encima del garaje.

La casa mamón y El Chile
Arnoldo Alemán llegó a la Presidencia en enero de 1997 y por dos años ocupó la misma casa de gobierno que se había utilizado desde 1979, donde en la época de Somoza era el Banco Central.
El Gobierno de Taiwán donó 10 millones de dólares para que se construyera una verdadera Casa Presidencial que albergara la sede del Gobierno de Nicaragua.
Se construyó donde era el Club Social Managua, ubicado en el costado norte de la Plaza de la República o de la Revolución, como también es llamada, el cual fue destruido por el terremoto de 1972.
A partir de 1999, la nueva Casa Mamón, a como se le llamaba por su color, se convirtió en la Casa Presidencial, con todas las condiciones para que funcionara como sede de gobierno.

Quienes conocen a Arnoldo Alemán, explican que solo llegaba por horas a la Casa Mamón. Despachaba realmente desde su hacienda El Chile, en El Crucero.
El periodista Fabián Medina explicó en La Prensa que la casa hacienda de El Chile es nueva, construida conforme el tradicional estilo de las casas haciendas en Nicaragua: amplios corredores y techo elevado. Antes de llegar a los corredores están los corrales, pilas, la casa de la servidumbre y el despacho donde se refugia Alemán.

El Raizón
Enrique Bolaños también ocupó la Casa Mamón como Casa Presidencial.
Igual que Alemán, también despachaba desde su casa, en la comunidad El Raizón, en Nindirí, Masaya.
Hasta donde se alcanza a ver, la casa de Enrique Bolaños, recientemente fallecido, no es nada lujosa para un expresidente, escribió la periodista Alejandra Centeno en el diario La Prensa. Tiene su oficina, una sala llena de cuadros y recuerdos de él y de su también fallecida esposa doña Lila T. Altares, su cuarto, la cocina, el área de comedor y un patio fresco con una terraza donde Bolaños presumía de sus árboles, sobre todo el de aguacate.
La biblioteca de Bolaños, de la cual tanto se enorgullecía en vida, queda a menos de un kilómetro de su casa. La oficina es azul y tiene una pantalla. Bolaños tenía más de cincuenta años de vivir en esa casa, de la que explicó, era propiedad de su esposa.

El desprecio a la Casa Mamón
Daniel Ortega regresó al poder en enero de 2007 y rechazó de plano siquiera despachar en la Casa Mamón, aduciendo varios pretextos, entre ellos que no era adecuada y que costaba mucho dinero mantenerla.
Llevando la contraria a la opinión pública, Ortega instaló la Presidencia en su casa, en la casa que era de Jaime Morales Carazo, la cual en la actualidad tiene triple función: casa presidencial, residencia de los Ortega Murillo y Secretaría del FSLN.
En reportaje en la revista MAGAZINE de la periodista Arlen Cerca, se describe que la casa de Jaime Morales tenía en 1979 un salón de juegos, una biblioteca y en general lucía como un museo, con varios juegos de muebles antiguos, pinturas y esculturas de gran valor y una colección de armas antiguas. Toda una mansión que el matrimonio confiscado calculó en un millón de dólares. Pero por la que al final de su gobierno Ortega pagó menos de 42 mil dólares, según el monto de venta del conjunto de propiedades que inscribió menos de 24 horas antes de entregar el poder a Violeta Barrios de Chamorro.
El hecho de que Ortega impusiera su residencia como sede del gobierno significó un dolor de cabeza para todos los habitantes del reparto El Carmen, donde está ubicada la que fue residencia de Jaime Morales Carazo.
Pocas personas entran ahora al reparto El Carmen, porque está rodeado de policías y de retenes para resguardar a la familia presidencial. Quienes logran entrar primero son revisados por policías uniformados y también detectives vestidos de civil. Les toman fotos a las cédulas de los visitantes, a los vehículos, revisan los maleteros y hasta hacen que las personas se bajen de los vehículos.
La casa de Daniel Ortega y Rosario Murillo actualmente ocupa siete propiedades, incluido un estadio de beisbol, donde antes solía practicar el Bóer.