Antes que ningún otro país fuera de México, el elenco del Chavo del 8 estuvo en Nicaragua. Aquí las peripecias de esa visita
Por Abixael Mogollón G.
¡El Teatro Carpa Popular presenta hoy sábado 2 de noviembre el gran debut del famoso artista de radio y televisión Chespirito! Acompañado de su fantástico cuadro de actores. En sus grandes actuaciones del Chapulín Colorado y el Chavo del 8.
Esto repetían las estaciones de radio y las baratas en las principales ciudades de Nicaragua y hasta el Diario LA PRENSA sacó varios pequeños anuncios, días antes que de la visita a Nicaragua del elenco del famoso programa mexicano.
A finales de febrero de 2020 en el país se volvió a hablar de esta visita de estos famosos artistas, luego de que el archivo audiovisual de la cadena Televisa publicara un video inédito donde el periodista Jaime Almeida entrevista brevemente a Roberto Gómez Bolaños y sus actores minutos antes de que aborden el avión que los trajo a Nicaragua.
En la cinta se puede ver a un elenco joven y emocionado hablando sobre lo que sería su primera presentación internacional como actores. Entre curiosos y personas que se acercaban a pedir unos autógrafos a los miembros de la vecindad del Chavo, se les realizó esta entrevista que no había visto la luz desde hace más de 45 años.
—¿Cuántas veces ha salido de México el Chavo del 8? —preguntó Almeida en el aeropuerto de México.
—Esta es la primera vez y Nicaragua será el país padrino para Chespirito y su grupo. Solamente nos hemos presentado en el interior de México —respondió entusiasmado Roberto Gómez Bolaños.
El Chavo del 8, Quico, Don Ramón, Doña Florinda, el Señor Barriga y Godínez aterrizaron en Nicaragua en su primera gira internacional, el viernes 1 de noviembre de 1974.
El avión de la compañía Taca que los trajo desde la capital de México aterrizó de noche en el aeropuerto Las Mercedes, de Managua.
En la pista de aterrizaje los esperaban cientos de niños que, acompañados de sus padres, gritaban de entusiasmo cuando el primero en asomarse por la puerta del avión fue Don Ramón.
Automáticamente los pequeños se lanzaron a la pista burlando las barreras que habían puesto las autoridades del aeropuerto que nunca se imaginaron que iba a llegar tanta gente. Los artistas apenas pudieron bajar del avión ante la multitud de chavalos que gritaban las famosas frases de Chespirito.
¡No contaban con mi astucia! ¡Lo sospeché desde un principio! Las autoridades se vieron abrumadas y tuvieron que abrir una sala aparte en el aeropuerto para que ahí se dirigiera la multitud de niños que no quería salir de la pista de aterrizaje.
“¡Síganme los buenos!”, y los muchachos salieron con sus padres entre gritos a dicha sala donde dos niños les entregaron ramilletes de claveles rojos a Chespirito y a Doña Florinda.
No pasaron ni diez minutos cuando ya Don Ramón estaba entreteniendo a la multitud actuando como su personaje en la serie.
El elenco mexicano fue recibido por doña Asunción Ortiz, administradora del Teatro Carpa Rubén Darío, Róger Fisher, quien era uno de los organizadores del espectáculo y otros personajes de la televisión nicaragüense de entonces.
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No se sabe con exactitud a quién se le ocurrió traer al elenco del Chavo del 8 a Nicaragua. Uno de los organizadores fue don Óscar Miranda, que ha trabajado en la televisión nacional durante gran parte de su vida. Según Mirandita, como lo conocen sus amigos, en Nicaragua por entonces había una auténtica fiebre por el Chavo del 8 y el Chapulín Colorado.
“Había mucha euforia sobre Chespirito, el público te lo pide y vos le cumplís”, señala Mirandita, quien asegura que él fue uno de los que viajó a México para hablar con Roberto Gómez Bolaños para contratarlo y que se presentara su espectáculo en tierras pinoleras.

“A mí me tocó ir a México para hacer la contratación de los artistas. Venían al Canal 2 de aquí y al Teatro Carpa, pero uno se hacía cargo de sus presentaciones y tenía que arreglar todo”, recuerda el veterano de la televisión.
Luego de negociar en México se firmó el contrato y los artistas llegaron el 1 de noviembre para actuar el fin de semana y volver el lunes a tierras aztecas.
Además del Teatro Carpa Rubén Darío, hicieron posible esta visita el Canal 2 de televisión y la empresa de publicidad ISTMO-PEP.
Otra persona clave en la llegada del Chavo del 8 a Nicaragua fue la señora Asunción Ortiz, una empresaria del entretenimiento que había traído a varios artistas internacionales, sobre todo de Europa.
Gracias a su nacionalidad española Ortiz, lograba hacer contactos internacionales y traer a grandes artistas de talla mundial.
La valenciana contaba que sentía a Nicaragua como parte de su vida, asegurando que “todos los que hablamos la lengua de Castilla nos identificamos como en una sola patria”.
Ortiz era la administradora del Teatro Carpa Rubén Darío que, según Mirandita, por esas fechas estaba instalado muy cerca del Hotel Intercontinental, que fue precisamente donde se hospedaron los mexicanos.
Desde el 26 de octubre se comenzó a hacer campaña publicitaria sobre la visita del Chavo del 8 y su elenco. Las entradas comenzaron a venderse como pan caliente, sobre todo para el debut que sería el sábado 2 de noviembre, siendo la primera función a las cuatro de la tarde y una segunda a las 6:30 de la tarde.
Los boletos tenían un costo de 10 y 15 córdobas.
Se escogió el teatro carpa para que personas de los barrios populares y de los departamentos pudieran asistir a los espectáculos. Según el diario Novedades, se instalaron equipos especiales de sonido y escenografía particular para representar la vieja vecindad donde vivía El Chavo y sus amigos.
De esas cosas la valenciana Asunción Ortiz sabía mucho, cuenta Óscar Miranda. Según él, la española tenía sus equipos para montar espectáculos.
El domingo fueron cuatro las presentaciones que se realizaron. La primera a las 10:00 de la mañana, luego a las cuatro de la tarde y la última presentación en vivo fue a las 6:30 de la tarde.
A mediodía los artistas fueron a presentarse al programa Domingos Gigantes, en Canal 2, que dirigía el señor César Sobrevalls. La grabación fue repetida varias veces en la semana y se anunció en la parrilla de programación en su horario estelar de las 8:00 p.m., dicha parrilla era publicada en aquel tiempo tanto en Novedades como en LA PRENSA.
“Chespirito a todo color”, decía la parrilla del Canal 2.
Todas las funciones se llenaron a reventar. Las filas eran largas de personas esperando comprar un boleto, pero no daban abasto. El domingo cientos de personas que se quedaron sin ver al Chavo del 8 se fueron a la carpa del teatro a ver si lograban mirar a los actores. Algunos cuentan que solo lograron ver a Don Ramón fuera de la carpa del circo fumando.
Según la nota del diario Novedades, publicada al finalizar la gira. Parte de lo recaudado en las presentaciones fue donado al Hospital del Niño. “Se puede decir que las funciones son más bien benéficas para contribuir a esa gran obra inspirada por doña Hope Portocarrero de Somoza Debayle”, dijo la valenciana.
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Los actores que vinieron al país fueron Ramón Valdés, Carlos Villagrán, Edgar Vivar, Florinda Meza y el apoderado del grupo Horacio Gómez Bolaños, hermano de Chespirito y que en algunas ocasiones hacía de Godínez, y que era acompañado de su esposa María Jiménez. Asimismo, Roberto Gómez Bolaños se hizo acompañar de su esposa Graciela.
Luego del recibimiento en el aeropuerto llegaron al Hotel Intercontinental, en donde subieron a sus habitaciones para cambiarse de ropa y asistir a un cóctel de bienvenida.
En la recepción fueron recibidos por varios periodistas de diferentes medios de comunicación, siempre encabezados por los reporteros del oficialista Novedades.
“Chespirito, los periodistas de Nicaragua te damos la bienvenida, este fue un saludo fríamente calculado”, soltó la periodista Telma Nidia, encargada de cubrir la visita por el periódico de Somoza.

Chespirito los saludó mientras seguía firmando autógrafos. En sus notas todos los medios destacaron que el comediante mexicano era bajito pero simpático, Telma Nidia lo describió “pletórico de humor y con una sonrisa atractiva”.
Lo cierto es que era el auténtico líder del grupo. Los demás actores se referirían siempre a él cuando les preguntaban sobre decisiones de la serie o los personajes.
A la jovencita Florinda Meza le preguntaron sobre la ausencia del profesor Jirafales, ella respondió que no pudo viajar debido a unos compromisos que tenía con la televisora en la capital mexicana.
—No vino, mi amor, siempre me hace mucha falta —respondió encarnando a su personaje.
—¿Quiere casarse con él? Quico quiere papá —le preguntaron los periodistas.
—No sé lo que decida sobre eso Chespirito —dijo de manera tajante.
Quizás la ausencia más notoria para todos fue la de la Chilindrina, a uno de los primeros en preguntarle sobre este asunto fue a Don Ramón, que dijo también encarnando a su persona que le hacía falta la Chilindrina y esperaba que volviera.
—Me hace falta mi hijita. Me le ofrecieron más plata en el Canal 7 y se nos fue, pero es posible que regrese con su papá.
—¿No es cierto que murió entonces? —le cuestionó la periodista de Novedades.
—No, claro que no y es buena la oportunidad para aclararle al público esa información.
Ramón Valdés era uno de los actores más queridos de la serie y se había ganado un lugar especial en el programa, tanto así que son pocos los episodios en los que no aparece. El actor nació en una familia de artistas, tres de sus hermanos se dedicaron al espectáculo.
Otro de los entrevistados durante la bienvenida fue Carlos Villagrán, quien hacía de Quico. Este era un actor autodidacta y en la misma entrevista que le realizaron los periodistas nicaragüenses asegura que no le gustaban los estudios. Además, Villagrán contó que estaba casado, tenía dos hijos y estaba esperando un tercero.
“Mano, en este mes me viene otro, que a lo mejor nace mientras estoy aquí en Nicaragua”, confesó Villagrán, quien muchos años después contó una anécdota sobre su visita a Nicaragua.

Según recuerda Quico en 1974, cuando aterrizaron en Managua vieron gran cantidad de propaganda de Somoza en la que se citaban frases del Chavo del 8.
“Toda la publicidad en lo político estaba apoyada en frases del Chavo del 8 y el Chapulín Colorado. Mantas que atravesaban las calles y decían ‘no contaban con su Anastasio’. Y el partido que perdió dijo ‘lo sospeché desde un principio’”, contó entre risas en un programa hace un par de años.
Para Villagrán, el viaje a Nicaragua fue su primera experiencia como actor fuera de México, más adelante viajaría por toda Hispanoamérica con Chespirito y al salir del programa trabajaría con el personaje de Quico, pero sin la autorización de Roberto Gómez.
“Es la primera vez que salgo de México para hacer representaciones como artista. Me siento orgulloso de que haya sido este país donde haga mi debut internacional”, dijo antes de salir de México.
Una de las sorpresas que se llevaron los periodistas nicaragüenses fue con Don Barriga. Edgar Vivar estudió Medicina, pero amaba la actuación. Cuando le preguntaron qué le parecía aquella Managua que todavía tenía frescas las heridas del terremoto de 1972, dijo que le parecía que había visitado Nicaragua varias veces y confesó que la razón era que tenía muchos amigos nicaragüenses.
“Fue en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudié e hice muchas amistades con nicaragüenses. Tengo las direcciones de ellos. Voy a visitarlos ahora que me hallo en esta hermosa tierra”, soltó Don Barriga.
Solo las dos esposas de los hermanos Gómez Bolaños eran las que no formaban parte del elenco. Pero llamó mucho la atención el que Chespirito viajara con su esposa, con la que entonces tenía 18 años de casado y tuvieron seis hijos.
“Es la primera vez que salgo de gira fuera de México”, confesó la primera esposa del comediante.
El Chavo más adelante se casaría con Doña Florinda, aunque le preguntaron en su momento a la esposa de Chespirito si tenía celos de la Chilindrina, ella aseguró que no.
La dictadura de Somoza fue “buena anfitriona de Chespirito”, cuenta Mirandita, quien asegura que Somoza tenía mayor predilección por las mujeres artistas que por los hombres.
Mientras el periódico Novedades tenía un tono suave respecto a esta visita, el diario LA PRENSA fue muy crítico con el Chavo del 8. Al parecer eso no le gustó a Roberto Gómez Bolaños, por lo que durante una entrevista dejó que fuera su hermano Ricardo Gómez el que respondiera a los cuestionamientos.
La pregunta que no le gustó a Chespirito fue sobre si su programa era “alienante en cuanto que culturalmente no enseña nada”.
Ricardo Bolaños respondió que eso era algo subjetivo y que dependía del ángulo desde el que se viera el programa.
“Por ejemplo, el Chavo del 8 es la representación de problemas sociales y económicos de un vecindario. Que es un prototipo de la gente marginada del propio Distrito Federal en México”, apuntó en la entrevista con LA PRENSA.
Además, definió los personajes de su hermano Chespirito como de “antihéroes”. Y puso como ejemplo al Chapulín Colorado, “un sujeto que no es nadie, pero que él supone que lo puede todo. Es algo así como una sátira burlesca de los valentones mexicanos, de aquellos que creen que Batman o Kalimán son verdaderos cuando en la práctica esa es pura ilusión”.
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Según el mismo Roberto Gómez Bolaños, el personaje de Chespirito nació en octubre de 1969, luego de una larga gestación. Aunque de manera oficial el Chavo del 8 se emitió por primera vez en junio de 1971.
Se llama Chespirito porque es un diminutivo de Shakespeare, unido al espíritu del Quijote que intenta burlarse de los grandes personajes, pero en este caso de habla inglesa como Supermán o Batman.
Para cuando vino a Nicaragua el programa se emitía en México, toda Centroamérica y Estados Unidos. Se grababa en los estudios de Televisa Ocho, al sur de la Ciudad de México.

Rubén Aguirre, que interpretaba al Profesor Jirafales, no visitó Nicaragua, pero en varias entrevistas reconoció que fue uno de los primeros actores en trabajar con Chespirito. Antes del Chavo del 8 ya actuaba en otros proyectos.
La visita a Nicaragua fue un completo éxito. En diciembre de ese mismo año salieron rumbo al resto de Centroamérica y Sudamérica. El éxito fue tan rotundo que la competencia televisiva en México comenzó a intentar llevarse a alguno de los actores. Ya lo había logrado con la Chilindrina, aunque estuvo apartada durante breve tiempo.
Pero los desencuentros comenzaron cuando María Antonieta de las Nieves y Carlos Villagrán comenzaron a usar los personajes de la Chilindrina y Quico, primero con el permiso de su creador y ya luego sin permiso de Chespirito.
Al comienzo los dejó usarlos, gracias a lo cual ambos actores se hicieron de mucho dinero. Grabaron películas, discos, incluso llegaron a tener sus propios circos. Pese a que Chespirito repartía el 80 % de las ganancias entre los actores y él se quedaba con el 20 %, la ambición de Quico y la Chilindrina fue creciendo hasta que rompieron definitivamente.
Villagrán se fue del programa en 1978 y Ramón Valdés murió en 1988 producto de un cáncer de estómago, ya tenía varios años alejado del Chavo del 8. Don Ramón fue sustituido por Jaimito el Cartero.
Su última enemistad fue con la Chilindrina, a la que llegó a llamar “traicionera, malagradecida y ridícula”. El último capítulo del Chavo del 8 como serie se emitió en 1980, aunque luego salieron capítulos inéditos. Roberto Gómez Bolaños murió en noviembre de 2014, antes se había casado con Florinda Meza en 2004.
Doña Asunción Ortiz
Colaboró mucho en la puesta en escena de espectáculos con artistas de otros países. La española siempre intentó acercar la cultura a los sectores más populares de Managua.
Entre los otros artistas internacionales que han visitado Nicaragua están: Julio Iglesias, Raphael, Mario Moreno Cantinflas, José José, entre otros.