Agente Barry Seal

Reportaje - 11.10.2015
Barry Seal (de espaldas)

El piloto Barry Seal es un personaje que ha inspirado libros y películas. Narcotraficante y agente de la DEA y la CIA. Fue quien tomó las fotografías de Pablo Escobar en Nicaragua. Murió balaceado y hoy Tom Cruise lo interpreta en un nuevo filme sobre su vida

Por Ulises Huete

El 17 de julio de 1984, el Washington Times publica un relato que sacó del anonimato a Barry Seal, le dio fama internacional, desató un escándalo en la opinión pública estadounidense y nicaragüense e influyó en el curso de su destino trágico.

A comienzos de los ochenta del siglo pasado, el piloto norteamericano Barry Seal era el narcotraficante más importante de Estados Unidos. Trabajaba directamente con el cártel de Medellín, los mayores productores de cocaína de Colombia en esa época. Tenía una empresa llamada Rich Mountain Aviation, en el aeropuerto del pueblo de Mena, Arkansas, donde realizaba sus operaciones de narcotráfico. En los pequeños bancos de la localidad lavaba dinero de sus negocios. Pero además era agente encubierto de la CIA e informante de la DEA.

En las notas periodísticas se muestra una foto en la que Barry Seal, el nicaragüense Federico Vaughan, en ese entonces asistente del ministro del Interior sandinista, Tomás Borge, “y los narcotraficantes Pablo Escobar y José Gonzalo Rodríguez Gacha ponen la cocaína a bordo del avión…” que pilotaría Seal a Estados Unidos.

Barry Seal era un experimentado piloto de aviones. Aprendió a volar a los 15 años y a los 26 se convirtió en el más joven capitán certificado para volar un Boeing 707 y 747. En sus años de formación se contactó con agentes de la CIA e hizo varias operaciones para ellos. Luego comenzó a trabajar en la aviación comercial y a involucrarse en el narcotráfico. Finalmente, abandonó los vuelos comerciales y se dedicó al tráfico de cocaína de Colombia a Estados Unidos.

Foto de la DEA donde aprecen pablo escobar, narcos mexicanos y oficiales sandinistas involucardos en el narcotrafico. Foto Archivo AP/DEA
En el ángulo inferior derecho de la foto, se aprecia a Pablo Escobar y Barry Seal mientras se monta un cargamento en el avión C-123, el 25 de junio de 1984 en el aeropuerto Los Brasiles. Estas fotos se usaron como pruebas para demostrar la conexión de Nicaragua con el narcotráfico.

A finales de la década de los setenta y comienzos de los ochenta, Seal comenzó a tener dificultades con las autoridades. En 1979 lo capturaron en Honduras con un avión lleno de cocaína. Según el sitio web Cubadebate, en marzo de 1983 “un gran jurado de la Florida condenó a Seal por contrabandear una carga de 200,000 quaaludes falsos”. Y en octubre de ese mismo año el FBI empezó a investigar su empresa Rich Mountain Aviation. Las autoridades de la Florida condenaron a diez años de prisión a Seal por el caso del tráfico de queaalude en febrero de 1984.

Algunos medios de comunicación que han publicado detalles del caso conjeturan que en este momento Seal hizo un arreglo con el gobierno norteamericano para salir de prisión, dándole información sobre las rutas del tráfico de drogas. Se presume que parte del trato fue hacer las fotografías sobre Nicaragua y el involucramiento de altas autoridades sandinistas en el narcotráfico internacional. Una vez que Seal obtuvo las imágenes voló hacia Estados Unidos, donde entregó la cocaína a la DEA y las fotos a la CIA. Se dice que por esta operación se le redujo la pena de diez años a seis meses de prisión.

En diciembre de 1984, volvieron a detener a Seal en Luisiana por llevar un cargamento de marihuana. Pagó una fianza y continuó trabajando de informante de la DEA. De esta manera contribuyó en la detención y condena de varios narcotraficantes. Entre los detenidos hubo varios miembros del cártel de Medellín. Sin embargo, el tribunal federal de Luisiana, a pesar de la ayuda que le brindó Seal al Gobierno, lo condenó a seis meses de libertad condicional supervisada, lo remitió a un centro de reinserción social en el Ejército de Salvación y le prohibió portar armas y guardaespaldas.

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En una publicación de LA PRENSA de 1987, titulada “Revive el caso del embarque de drogas”, se expone en detalle la cronología de la operación que hizo Barry Seal como agente de la CIA e informante de la DEA en 1984. Según este trabajo, Barry Seal se reunió con Jorge Ochoa, uno de los capos del cártel de Medellín, en Colombia, el 16 de abril. En ese encuentro discutieron la posibilidad de ocupar un aeropuerto en Nicaragua para transportar cocaína de Colombia a Estados Unidos.

El 21 de mayo “Seal se une con Federico Vaughan y viaja con él a Nicaragua para inspeccionar el aeropuerto que utilizarían los narcotraficantes”, relata LA PRENSA. Seal recorrió las instalaciones para verificar la funcionalidad del aeropuerto. El agente encubierto concluyó que el lugar prestaba las condiciones necesarias.

Seal le informó a la CIA que utilizarían próximamente el aeropuerto Los Brasiles, ubicado a unos cuantos kilómetros de Managua. La CIA puso cámaras fotográficas ocultas en el avión que pilotaría Seal para recabar información del embarque. El 31 de mayo la CIA tomó fotos del lugar, se las remitió a la DEA, que confirmó la coincidencia entre las descripciones que dio Seal del aeropuerto y las fotografías tomadas.

El 3 de junio, en un avión Titán-404, “Seal vuela a Nicaragua con 1,500 libras de cocaína destinadas a los Estados Unidos. Rellena los tanques de gasolina, pero los artilleros sandinistas lo derriban y lo arrestan”, cuenta LA PRENSA. Al siguiente día, 4 de junio, Federico Vaughan acudió al lugar donde estaba el piloto y lo liberó. Seal regresó a Estados Unidos sin el cargamento de cocaína. El Ejército Sandinista publicó al día posterior, 5 de junio, en El Nuevo Diario un informe exponiendo que los artilleros forzaron accidentalmente el aterrizaje de un avión del Ministerio de Reforma Agraria.

Y llegamos al 25 de junio, el día de las fotos. Barry Seal voló nuevamente a Nicaragua con una misión secreta de la CIA: tomar fotos de los involucrados en el operativo de narcotráfico en el aeropuerto Los Brasiles. Seal piloteó un avión C-123 que llevaba también unas cámaras fotográficas escondidas. Aterrizó en el aeropuerto y junto con las personas que lo esperaban cargó unos bultos. Mientras tanto, las cámaras captaron la escena sin que nadie, a excepción de Barry, supiera del ardid. En las fotos aparecen el mismo Barry Seal, Federico Vaughan y los capos colombianos José Rodríguez y Pablo Escobar, líder del cártel de Medellín. Las fotos tienen un plano general en picada, con una resolución borrosa, pero los rostros son reconocibles.

Barry Seal
El piloto Barry Seal

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Los capos del cártel de Medellín ordenaron la muerte de Barry Seal cuando supieron que los había traicionado. La amenaza de extradición a Estados Unidos que pesaba sobre los narcos colombianos era el peor temor que tenían. Cualquier testigo que contribuyera a que los capturaran con pruebas se convertía en una amenaza de primer orden para el cártel y una prioridad dentro de los enemigos a aniquilar.

El cártel contrató a tres sicarios para que buscaran, encontraran y eliminaran a Seal. Se dice que la recompensa era de quinientos mil dólares por matarlo y un millón por capturarlo y llevarlo vivo a Colombia. Los sicarios eran Luis Quintero, Miguel Vélez y Bernardo Vázquez. Los tres se dirigieron a Baton Rouge. Una vez que localizaron a Seal empezaron a observar sus movimientos durante tres semanas hasta que definieron bien las rutinas que realizaba cada día.

En un reportaje especial escrito por Fernán Martínez y publicado en El Tiempo, diario colombiano, se lee que “a las 6:00 de la tarde del 19 de febrero de 1986, Quintero Cruz sorprendió a Barry Seal cuando abría la puerta de su enorme y blanco Cadillac Fleetwood en el parqueadero del Salvation Army de Baton Rouge. A unos cinco metros de distancia, le vació un alimentador de cincuenta tiros en menos de un segundo. Seis balas entraron en la cabeza del gordo Barry Seal y bañaron de sangre la camisa roja”.

Los asesinos se dieron a la fuga, pero dejaron muchas pistas en el camino. A los dos días del crimen fueron capturados por la Policía estadounidense y puestos en custodia. El 13 de mayo de 1986, los colombianos fueron encontrados culpables y les dieron cadena perpetua. Miguel murió en la cárcel y los otros dos siguen pagando su condena.

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Actualmente se produce en el cine la historia de Barry Seal. La película tiene el nombre provisional de Mena, la pequeña ciudad donde Seal organizó su negocio de narcotráfico. El protagonista de esta película será Tom Cruise, quien además es uno de los productores. Según el portal Vanguardia.com, “Mena es una aventura basada en las hazañas extravagantes y proezas de Barry Seal (Tom Cruise), un mercenario y piloto inesperadamente reclutado por la CIA para ejecutar una de las mayores operaciones encubiertas en la historia de Estados Unidos”.

Probablemente se aborde el hecho de las fotografías en Nicaragua. No tanto por el hecho de que hayan involucrado a funcionarios sandinistas, sino porque al hacerse públicas las imágenes y la investigación, los narcotraficantes colombianos conocieron la delación de Seal y lo mandaron a matar. También este escándalo dio a conocer la compleja vida de un agente encubierto, un informante de la DEA y un narcotraficante consumado que había metido a Estados Unidos los mayores cargamentos de cocaína hasta ese momento.

Se maneja que la película se estrenará en enero de 2017. Los productores ya han hecho varios trabajos de campo en Colombia. El narcotráfico ha ocupado la atención de los medios en toda América desde comienzos de los años ochenta hasta la fecha, porque se ha convertido en una de las principales fuentes de violencia y corrupción por los grandes capitales que mueve.

El cine ha exaltado a los capos de la mafia italiana, haciendo de esos personajes un arquetipo cinematográfico. Parece que es la hora de los narcotraficantes: criminales que amasan formidables fortunas, que sobresalen por su falta de escrúpulos y vidas llenas de acción, que igualan o superan a las ficciones del cine. Si no, pues allí tenemos la espectacular fuga del Chapo Guzmán. El personaje que interpretará Tom Cruise es novedoso para su carrera, pues él siempre ha protagonizado más a héroes que a criminales. A lo mejor esta sea su gran oportunidad para entrar en la lista de los grandes criminales del cine, como Vito Corleone o Hannibal Lecter, como lo hizo Seal en la lista de los grandes narcotraficantes.

De libros y películas

En 1991 se estrenó la película "Doublecrossed", que trata sobre la vida de Barry Seal. En este filme se cuenta cómo la DEA captura a Barry y le pide que espíe a los narcos colombianos. El papel de Seal lo interpreta Denis Hooper y la cinta fue dirigida por Robert Young.

En 2001 se publicó la obra "Barry y los chicos", que trata sobre el narcotráfico y el escándalo político Irán-Contras. El autor es el periodista norteamericano Daniel Hopsicker. En este libro se presenta la relación de Barry Seal con el narcotráfico y con las agencias gubernamentales de Estados Unidos.

Alta tecnología

Rich Mountain Aviation, la empresa de Barry Seal conectada con el cártel de Medellín, contaba con un avión a chorro Lear, helicópteros, aviones militares de carga excedente, así como varios aviones monomotores y bimotores. Asimismo disponía de dos buques con equipo sofisticado de navegación y comunicaciones… así como numerosos autos y camionetas, según el sitio web Cubadebate, citando un testimonio de Seal. En la empresa trabajaban alrededor de sesenta personas. Disponían de la última tecnología del momento: radios de alta frecuencia, criptógrafos para teléfonos, aparatos de comunicación satelital y anteojos de observación nocturna para los pilotos de las aeronaves.

Rich Mountain Aviation, la empresa de Barry Seal

Series de narcos

En los últimos años la televisión latinoamericana ha producido series que cuentan la vida de los narcotraficantes, alcanzando mucho éxito entre las audiencias. En 2012 se estrenó "Escobar, el patrón del mal", producida por la empresa colombiana Caracol Televisión. La serie cuenta parte de la vida del jefe del cártel de Medellín hasta su muerte, mezclando episodios biográficos, históricos y ficticios.

En agosto del 2015, la televisión por internet Netflix estrenó la primera temporada de "Narcos", cuyos protagonistas son Pablo Escobar y un agente de la DEA. Esta serie plantea la lucha entre los narcos y la DEA.

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