Las razones pueden ser diversas. En ocasiones es el párpado inferior y en otras el superior. La mayoría de estas perturbaciones son pasajeras. Una de las principales causas por las que el párpado empieza a temblar es el estrés, la fatiga y el cansancio. Otros van más allá y le echan la culpa a la falta de sueño, el exceso de cafeína, el tabaco o las drogas.
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Estrés: son múltiples los efectos que puede tener el estrés en cualquier persona. El temblor es solo una de las manifestaciones de esto.
Falta de sueño: El agotamiento puede afectar los ojos, lo que significa que bajo estas condiciones puede desencadenar el desorden.
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Desequilibrios nutricionales: Los investigadores han determinado que existe una relación entre el párpado que tiembla y la escasez de ciertas sustancias que son necesarias en el cuerpo, como el magnesio.
Alergias: Quienes sufren de alergias en la vista tienden a experimentar esta irregularidad. Además, hay personas que han reportado picazón, humedad en los ojos o hinchazón.
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Cafeína y alcohol: Aquellas sustancias estimulantes también son consideradas como causas frecuentes de los párpados temblorosos.
Por lo general, y ante cualquier párpado que comience a temblar por motu proprio, hay muchas probabilidades de que se detenga por sí solo. Sin embargo, hay casos raros y poco frecuentes en los que se ha reportado el párpado tembloroso hasta por tres semanas. Por lo general es un problema que puede solucionarse en poco tiempo. Los médicos explican que no es una situación que pudiera salirse de control o de la que haya que preocuparse.
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