Si bien no existe una edad precisa para saber cuál es el momento idóneo con el fin de entrar al mundo de la literatura, los especialistas coinciden que, de ser posible, se debe iniciar desde que el niño está en el vientre.
“El niño escucha la voz y el ritmo que establece una conexión con la madre (durante el embarazo)”, explica Gloria Carrión, directora de la Fundación ¡Libros para Niños! Carrión agrega que está demostrado que los niños que están expuestos a lecturas literarias desde edades tempranas tienen un desarrollo del cerebro que contribuye positivamente al lenguaje y aptitudes.
Que los niños se conviertan en lectores autónomo va a depender básicamente de la guía de los padres. Esta actividad, que brinda un beneficio directo a infantes, también aporta a la relación afectiva de padres a hijos. Además que refuerza la seguridad, confianza en los primeros años de vida de los pequeños.
Los primeros libros
Los niños pueden tener contacto con sus primeros libros desde que nacen. Hay una variedad de material que no permite que se lastimen. Los elaborados con tela son los más recomendados cuando están recién nacidos, incluso pueden permanecer en la cuna del bebé. También están los de plástico, con los que se puede contar historias cuando se está en el agua. El cartoné es otro material que pueden adquirir los padres cuando el niño o niña empieza a jugar por sí solo. Es un material resistente, que incluso el infante puede morder. “Los libros más gustados son los más mordidos”, dice Carrión.
Cuando los pequeños empiezan a leer por sí solos, es recomendable adquirir libros con tipografía grande, con poca densidad de texto e ilustraciones apropiadas. Los libros álbumes son los más atractivos en edades iniciales.
El placer de leer
Para Gloria Carrión, obligar a un niño a leer es como realizar un “sacrilegio” y fomentar el rechazo a la actividad. El arte y la fortaleza de la lectura literaria están en que permite conocer casos de la vida real, más allá de sus fronteras. Además ejercita competencias como ser humano. Ayuda a tener empatía y rechazo ante ciertas situaciones y acciones, lo que eleva los niveles cognitivos de los pequeños, ya sea que escuchen a través de la voz de sus tutores o lean por su propia cuenta.
Hay que tener presente que entre más pequeño sea el niño, los rangos de atención pueden ser más cortos. “Aunque no parece, ellos andan caminando por ahí y ellos están escuchando y grabando en su ‘disco duro’”, dice la directora de la Fundación ¡Libros para niños!
Estimulo para leer:
- Elegir un buen libro, una historia interesante para su edad.
- Realizar una lectura clara y en voz alta.
- Atraer con afectividad al niño o niña.
- Permitir que ellos elijan los libros que desean; con los que más juegan o los que más muerden, por ejemplo.
Beneficios de la lectura infantil
- Es una ventana al mundo.
- Adquisición de vocabulario. Poco a poco logran expresarse mejor.
- Desarrollo de la imaginación y de la creatividad. Al oír leer a sus padres el niño se imagina la historia y los personajes, y al leerla también.
- Mejora la comprensión lectora y la capacidad crítica.
- Disminución de problemas de concentración.
- Desarrollo de la personalidad. Conocer a miles de personajes que los libros encierran hace que el niño aprenda a relacionarse y a formar su personalidad.