Como si se tratara de una película o un sueño hecho realidad, han surgido mil y un hoteles con conceptos peculiares donde pasar una noche podría resultar una experiencia insólita. Pero, ¿se imagina dormir en el interior de una barrica de vino? Eso sí, vacía.
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Gigantescos toneles en los que se añejó vino chateau francés fueron convertidos en habitaciones por el hotel y restaurante De Vrouwe van Stavoren, localizado en el muelle del antiguo puerto del pueblecito pesquero Stavoren, en Holanda.
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Fuera de las habitaciones comunes, el hotel tiene cuatro que primero fueron barriles, inmensos contenedores que antiguamente contuvieron hasta 15 mil litros de vino cada uno. Los gigantescos toneles fueron rescatados en Suiza para alojar a personas de todo el mundo.
Cada antiguo barril —ahora habitación— está ambientado al estilo vinícola con un espacio para sentarse, televisión a color, radio y teléfono además de otras facilidades privadas. Las habitaciones poseen unas vistas espectaculares del lugar.
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El precio de estas barricas ronda entre 74 y 119 euros por noche con descuentos de hasta el 75 por ciento dependiendo de la temporada. Si se atreve a ir de vacaciones en el invierno, la tarifa para pasar una noche en una barrica de vino puede ser tan baja como 18 euros.
